"Pero yo nunca voy a ser tuya aunque caigas de rodillas en mi puerta, prefiero que esta mierda me destruya, no vuelvo a creer en ti, primero muerta."
°°°28 de Mayo, 2023.
Londres, Inglaterra.Agostina movía su pierna totalmente inquieta y estresada. Estaban en el aeropuerto debido a que debían esperar a Enzo y a su familia para subir al avión privado del futbolista y a pesar de que les habían dicho a cierta hora, ellos eran los que llegaban media hora tarde.
—¿Se puede saber dónde están? —Preguntó impaciente, girando a mirar a su novio.
—Deben estar por llegar, amor, tranquila. —Rió con toda la tranquilidad ante la desesperación de su pareja.
Ambos se habían reconciliado tan solo una semana tras el evento, no era la primera vez que sucedía y probablemente, tampoco sería la última. Agostina era consciente de las veces en las que João le era infiel y viceversa, por lo que no tenía sentido alguno pelear por ello o siquiera amargarse, después de todo ambos tenían algo de culpa. Además, no podía quejarse si lo conoció haciendo lo mismo; ella siendo el cuerno de su antigua relación.
Solo quedaba fingir demencia y disfrutar de los beneficios de ser una pareja pública importante en el ambiente.
Ella solo agradecía que nada haya sido público.
—¿Cuántos días vamos a estar con ellos? —Preguntó, ya haciéndose la cabeza con tener que aguantar a Valentina más de dos días.
—Una semana, algo así, tendría que ver el tema del crucero. —Se encogió de hombros. —Ellos no se van a quedar muchos días tampoco.
—Menos mal. —Murmuró por lo bajo, levantándose al ver a la familia feliz llegar. —Un poquito tarde, me parece. —Alzó sus cejas sarcástica, observando la paciencia de todos al llegar.
—Amor... —La retó João por lo bajo, acercándose a saludar a ambos, terminando por la pequeña.
Agostina suspiró y de mala gana se acercó a saludar, con toda la pesadez del mundo a Valentina y toda la rapidez a Enzo, teniendo en cuenta de que su novio sabía absolutamente nada de su relación con cualquiera de los dos.
—Perdón por la tardanza, Oli no se despertaba más. —Se disculpó Enzo, haciéndole saber a la morocha que no era más que una simple excusa con solo mirarla.
Algo más había, pero lo que estaba seguro era el viaje incómodo que iba a tener.
°°°
Se estiró en su lugar, completamente incómoda con la pequeña siesta que se había tomado en el vuelo. Tan solo habían sido dos horas pero habían sido las dos horas más largas de su vida. Entre Valentina pidiendo fotos en familia, sacándole interminables fotos y videos a su hija, João y Enzo hablando de fútbol y la temporada que había terminado, y el pequeño espacio en el que se encontraban, las dos horas parecían no terminar.
Afortunadamente ya habían llegado al hotel en el que se quedarían dos noches, ya que al parecer los hombres habían decidido alquilar un yate donde pasarían bastante tiempo para terminar el primer destino de sus vacaciones.
—Tengo mucho sueño. —Murmuró acercándose a su novio, quien bajaba las valijas del baúl de la camioneta que habían alquilado.
—¿Quieres ir haciendo el check-in? —Preguntó, señalando el hotel. Agostina asintió.
El portugués sacó sus documentos para entregárselos, hasta que Enzo iba a hacer lo mismo y fueron arrebatados de sus manos por Valentina. Que raro.
—Voy yo. —Avisó, esperando que la modelo le entregara los papeles.
ESTÁS LEYENDO
DIABLA. | ENZO FERNÁNDEZ.
Fanfiction"Perdí, jugué con una diabla que es experta en esos juegos del amor y perdí." +18, Contenido explícito. Enzo Fernandez, OC.