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"Tengo la necesidad de preguntar qué hubiese sido de nosotros, en otra vida será, pues quien te besa al despertar en esta es otro."

°°°

1 de Agosto, 2023.
Londres, Inglaterra.

Agostina se despertó exaltada, puteando en voz baja de tan solo darse que era de madrugada todavía al ver las ventanas. Agarró su celular rápidamente, dándose cuenta de que eran las cuatro de la mañana y que quien la estaba llamando era su prometido.

Que oportuno.

—Amor. —Suspiró, dejándose caer contra la almohada de nuevo.

¿Te desperté? —Preguntó de tan solo escuchar su voz adormilada.

—Sí, pero no pasa nada, ¿qué pasó? —Murmuró, pasando una mano por su rostro con tal de despertarse un poco y ser consciente de lo que pasaba.

Perdón, aquí son las nueve de la mañana. —Se escuchó una puerta cerrándose. —Me acaban de decir que va a pasar con mi pase.

Uh, ¿posta? —Se sentó rápidamente, despabilandose al instante. Ella también estaba ansiosa por saberlo. —¿Qué te dijeron? ¿Qué onda?

Estas peor que yo. —Rió, haciéndola sonreír inconscientemente. Amaba su risa. —El Barcelona está pensando en comprarme, están llegando a un acuerdo con el club para que sea lo más antes posible.

¿Enserio? —Chilló emocionada, tapando su boca de tan solo pensarlo. Era el sueño de João desde que tenía memoria y si se le estaba por cumplir, no podía hacer más que ponerse feliz junto a él. —¿Estás seguro?

—Obvio, me avisó Adrián recién. —Nombró a su manager. —Estoy nervioso, amor.

—Ay, ¿por qué? —Preguntó sonriente, de tan solo imaginarlo podía saber que estaba encerrado en un lugar intentando asimilar la propuesta. —Si están interesados es porque todo el esfuerzo que estás haciendo valió la pena y todo lo que soñaste se va a cumplir.

Sí, pero...

—Estoy muy orgullosa de vos, Joa, no sabés cuanto. —Se sinceró, pudiendo saber que el portugués tenía una gran sonrisa plasmada en su cara.

—¿Vas a venir? —Preguntó finalmente, haciéndola suspirar.

Eso era.

—¿Podemos hablar de este tema más tarde? A esta hora no entiendo nada. —Rió, solo para escucharlo acceder. —Te amo, muchísimo.

—Yo más, mi amor, te amo más.

°°°

AGOSTINA.

—¿Ya estás, Agos? —Lily tocó mi puerta, haciéndome suspirar mientras dejaba la brocha sobre el tocador.

—Dale, pasá, pesada. —Murmuré la última palabra, viendo como mi mejor amiga entraba con una gran sonrisa.

—No me mirés así que te traje café. —Se quejó, pasándome el vaso térmico de la cafetería cercana al set.

Suspiré y le agradecí por lo bajo, tomando un trago lo suficientemente largo como para despertarme. Lo necesitaba. Volví a lo mío, aplicándome el polvo compacto con su mirada fija en lo que hacía.

—¿Cuándo me vas a decir lo que te pasa? —Dejó la bolsa marrón sobre una de las mesas, sacando lo que parecía ser un sanguche. La miré sin entender. —Algo te pasa, llegaste con una cara hoy.

DIABLA. | ENZO FERNÁNDEZ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora