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No habló en todo el camino y yo tampoco, estacionó el auto fuera de mi casa y me bajé de este dando un portazo.
Se marchó sin despedirse y entendía, no era tan tonto como pensaba.

- ¿Quieres que vuelva a darte otro susto, Bill?

Esa voz me paralizó.

Comencé a temblar y a sudar frío.

- No te asustes que no voy a hacerte nada.

- ¿Quién es usted? - pregunté para que tratara de no acercarse a mi.

- El padre de Tom, niño.

- ¿Qué quiere? Tom y yo solo somos amigos, le aclaro de una vez que no siento nada por el.

- Me agrada que hayas perdido la memoria, eso deja mucho que decir.

- No entiendo...

- Tampoco quiero que seas amigo de mi hijo, ¿o quieres que vuelva a amenazarte? - me agarró por la espalda y su brazo estaba ahorcandome.

Me iba a mear.

Tenía miedo.

- Es él quién me busca, le he dejado en claro que no quiero nada con él...

- Sigue así, Billie... sigue rechazando a Tom hasta que entienda que no quieres nada con él.

- Sí, está bien.

- Que lindo niño.

- ¿Me puedo ir?

- Ah, sí. - me dió un empujón haciendome caer al piso, lo vi marcharse por la oscuridad. Metí como pude la llave en la cerradura y cerré la misma cuando ya estuve dentro de mi casa. Corrí a encerrarme a la habitación y recién respiré tranquilo.

Su padre lograba hacerme sentir miedo hasta en partes inimaginables con tan solo tres palabras.

*

- Esa es toda la clase por hoy, chicos, si tienen alguna duda no lo piensen y vayan a buscarme al lugar de siempre. - me levanté para arreglar mi maleta junto con Georg y salir del salón. Hoy había elegido <gracias a Sam> ponerme un vestido pegado al cuerpo de tela de licra, unas botas que llegaban encima de mis rodillas, unas medias mallas de red, una chaqueta negra de cuero, mi cabello alborotado y el maquillaje de todos los días.

- Todos los chicos voltean a verte, ¡te ves muy perra!

Me fijé en el chico alto de cabello ondulado color azul agua, se veía atractivo para mí.

Pero no tenía rastas.

Chico de cabello azul agua: 0

Tom: 1

- Se vería mejor si se hiciera unas rastas y una perforación.

- ¡Ojo que si sé de quién hablas!

- ¿Y de quién estoy hablando?

- Tom Kaulitz, Bill.

- ¿Ese Tom tendrá rastas?

- Unas largas y muy preciosas, mejor ponte abusado que ahora que las chicas saben que no te acuerdas de nada pueden usarlo a su favor.

- ¿A mi qué me importa? Si ni de ti que dices ser mi mejor amigo me acuerdo . - seguí caminando, ni yo mismo sabía a dónde iba pero lo dejé atrás.

- Las canchas están a la izquierda. - gritó Georg a mi detrás, me detuve y giré a la izquierda. Mi mejor amigo corrió a mi lado con dificultad y me miró tratando de seguir mi paso. - Bill, no tenemos prisa.

- Perdón. - me burlé y caminé más despacio. Llegamos a las canchas y estaba Tom entrenando junto con el novio de Georg. En una de las esquinas estaba Doménica mirando muy entretenida a mi novio. Al vernos alzó su mano y caminamos hasta ella.

- Espera. - me jaló la chaqueta, le miré mal y me soltó.

- ¿Qué pasa?

- ¿En serio vas a ir dónde la tipa que trató de robarte a tu novio? - era cierto, pero le demostré que no me importaba y seguí hasta sentarme junto a ella.

- Hola Bill. - saludamos de beso en la mejilla y centré mi vista en la cancha. - ¿Cómo estás?

- Bien... ¿cuál es tu nombre?

- Doménica.

- Ah, es un lindo nombre.

- Gracias...

- ¿A quién vienes a ver?

- Surgió algo de última hora y no puedo ir a mi casa, a si que me estoy quedando en la casa de Tom.

Georg me miró.

Quería bajarme hecho una fiera hasta las canchas donde se encontraba Tom y reclamarle pero ni siquiera me mosquié.

- ¿Qué eres para él?

- Soy solo su amiga...

- Ajá. Una amiga que besa a su amigo en momentos vulnerables, ¿no?

Miré a Doménica con el ceño fruncido.

Tiene que agradecer a todos los santos de su devoción que estoy fingiendo demencia porque si no, ya le hubiera mandado a comer tierra del solo puñetazo que le meta en la cara.

Doménica se tornó un camaleón ante mi mirada intimidante.

Le di una sonrisa sin mostrarle los dientes.

- ¿Te gusta mi novio? - mas que una pregunta, fue una afirmación que hice sin borrar esa sonrisa.

- B-bueno y-yo...

- Te gusta. - volví a afirmar, me atreví a acariciarle la mejilla con brusquedad y soltarle.

- Bill, perdón...

- Los dos me dan igual. - me puse de pie y la miré. - Puedes hacer con él lo que te venga en gana.

Bajé las escaleras dispuesto a ir con Tom y hacerle pasar un mal rato delante de todos.

- Bill.

Julián se opuso en mi camino y sin darle explicaciones le di un golpe en la nariz, seguí hasta llegar al de rastas y le dí un puñetazo rompiendole la nariz.

- ¡Ya no me busques! ¡No sigas intentando enamorarme porque no lo vas a lograr!

- ¿Qué mierda te pasa?

- Pasa que mientras yo estaba tendido en una maldita cama, tú... - le picotié el pecho con fuerza. - ¡Te besabas con otra!

- Bill, no es cierto.

- ¡Es cierto! - gritó el chico de ojos gatos. - Tom en los días de campamento intentó ligar conmigo.

- ¿¡Qué!? ¡Eras tú el que se metía a mi habitación!

- Yo te puedo explicar, Bill.

- ¿Quién eres tú?

- Gustav. - le solté un manotazo y me miró asustado.

- Mejor ya no...

- ¡Dile a tu puto amigo que no me busque!

- Ven. - me jaló la mano guíandome a los vestidores, me metió al suyo que encima tenía con letras blancas "T.K" y nos encerramos ambos. - ¿En serio quieres que no te busque?

- No, no quiero.

- ¿Por qué, Bill? - se acercó a mi, ambos comenzamos a respirar agitados. Miraba mis labios y yo los suyos. Ambos queríamos besarnos pero ninguno se atrevió a hacerlo.

- No te amo.

- Pero yo sí y mucho.

- ¡Entiende que no puede ser!

- ¡Entiende tú que yo quiero hacer que vuelvas a sentir cosas por mí!

- Pues por como vas déjame decirte que ya perdiste tu oportunidad. - y me salí de la habitación con los ojos llenos de lagrimas.

𝑰𝒕'𝒔 𝑩𝒊𝒍𝒍𝒊𝒆 𝑩𝒊𝒕𝒄𝒉 2 &lt;𝑻𝑶𝑳𝑳&gt;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora