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- ¿Embarazo?

- ¿¡De qué hablas, Charlotte!? - le gritó Alex en un tono muy gracioso, la chica se rió altanera.

- Para nadie es un secreto que Tom se va a casar a la fuerza.

Alcé las cejas aún sin verle.

- Si me quedé tranquila fue porque no pude competir contra el amor que Tom siente por Bill y viceversa, pero ahora no entiendo nada de lo que pasa... ¿por qué no le hacen algo similar a ella? Como lo hicieron conmigo.

- Con esa hay que andar con cuidado... no es tan cualquiera como tú.

- ¿Ah, si?

- Sí.

- Estoy arrepentida de eso, ¡ya me disculpé con ellos!

- Pero con nosotros no

- Agh...

- Cómo sea, ya dejenle en paz. - hablé tratando de no alterarme.

- ¿Me quieren soltar? - hubo un silencio a si que supuse que si la soltaron. - Tom te ama Bill, ¡solo tienes una semana para que se retracte y no arruine su vida!

- Es que sigo sin entender eso del embarazo. - Sandy habló caminando hasta posarse frente a mi.

- Es solo algo que yo creo. - suspiró. - Algo muy en el fondo de mi me dice que no está embarazada.

- No podemos confiar en tu palabra, Charlie.

- Mejor preguntale en dónde está la fabrica para ir a ver a los enanitos que cantan.

- ¡Ese es Willy Wonka!

- ¡Pero la película se llama "Charlie y la fabrica de Chocolates"!

- ¿Desde cuando estamos hablando de una película? - me reí por lo bajo regresando a verlos.

- Mejor me voy.

- ¡Eh! A dónde vas... - la detuvo JC poniendose frente a ella.

- ¿Qué piensas hacer, eh?- se miraron en silencio. - Piensalo Bill. - habló ignorando a mi amigo. - Tom te ama y eso ¡nadie lo puede negar!

- Sí, sí, sí. Ya vete. - Samanta le dió un empujón sacandole del baño y todos nos miramos en silencio otra vez.

- Tengo una idea y junto contigo la vamos a ejecutar. - aseguró Anneth apuntandole con el dedo a Sam. - El resto ya seran puros cuentos.

- ¡La mente maestra ha hablado!

Me gustaba, pero me asustaba.

Salimos del baño. Todos hablaban menos yo. Estaba pensando en el embarazo de ella, necesitaba explicaciones y Tom tenía que darmelas sea lo que sea. A si que me desvie sin más ignorando los gritos de Sam hasta el lugar donde suele estar siempre con Gustav.

Como era de esperar ellos tres estaban ahí, mi mejor al verme se levantó de inmediato a abrazarme. Yo me quedé quieto sin responderle el abrazo. Miraba a mi objetivo sentado haciendo como si no me hubiera visto llegar.

- ¿Me viniste a ver a mi? - preguntó al separarse de mi, centré mis ojos en los suyos y volví a ver a Tom. - Oh, ya entiendo. - miró a su novio y tomó su mano. - Gustav, vámonos.

- Gracias.

- No se vayan. - dijo Tom ahora mirandome, yo lo miré igual aún estando serio. - Si tiene algo que decirme que me lo diga aqui, frente a ustedes.

- Tom, no...

- Bill será rápido, ¿verdad?

- Vamonos Gustav. - apuró mi mejor amigo a su novio y se lo llevó hasta un lugar. Dudoso me senté junto a mi ex novio de frente, pero seguía sin mirarme.

Apoyé mi mano en su pierna y recién ahí me miró, sentí que iba a fallecer en sus brazos ahora mismo. Los nervios salieron a flor de piel y suspiré.

- Rápido, no tengo tu tiempo. - una sonrisa fruncida adornó mis labios, al parecer se estaba tomando muy en serio el "amigo y nada más".

Pero yo soy Bill.

Y nadie se resiste a mí.

Pero no era a eso a lo que venía, si no a reclamarle algo que tenía que saber de su propia boca.

- ¿Tienes algo que decirme? - pregunté tratando de sonar exigente mirandole a los ojos.

- ¿De qué?

- Embarazaste a Doménica, Tom.

Se quedó mudo.

- Quiero saber por qué.

- Solo fue un error...

- ¿Un error que tendrá vida en nueve meses?

- Hmm, no hay mucho que contar... me la follé, no me cuidé y la embaracé.

Quería reirme ante semejante confesión tan honesta de su parte.

- ¿Y ya? - pregunté.

- Y ya. - afirmó.

Mantuvimos contacto visual por un rato, quería besarle hasta que no sienta sus labios de lo hinchados que se los deje.

- Bill. - me amenazó cuando me acerqué lo suficiente a su rostro, su respiración se volvió agitada al igual que la mía. Hice un amague de besarlo pero solo conseguí rosarle y morderle porque se alejó.

Se alejó lo suficiente de mí sin mirarme.

- Soy un hombre muy de palabra, Bill. - me apegué más a él, decidido a lo que iba decirle.

- No te cases, Tom. - giró su rostro con lentitud y estampé mis labios con los suyos, no le di tiempo a nada. Moví mi boca sintiendo la suya con todas las ganas del mundo, me seguía el beso de la misma forma. Sentí sus brazos posarse en mi espalda acariciandome con delicadeza. - Por favor... - susurré contra sus labios.

- No, Billie... ya es demasiado tarde.

- No lo es... ¡aún estamos a tiempo de irnos los dos!

- Bill...

- Te juro que estoy dispuesto a casarme contigo.

- Yo...

- No me des una respuesta ahora. - le di un último beso y me levanté. - Piensalo...

Me marché sin mirar atrás, me despedí de Georg con una sonrisa y caminé a buscar a Sam para irnos de vuelta a casa. La vi a lo lejos hablando muy coqueta con una de las chicas del protocolo. Al estar frente a ella la despidió con un beso en la comisura de sus labios y esta se fue sonrojada.

- Anneth se va a poner muy celosa.

- Vete a la mierda.

- ¿Por qué? - me crucé de brazos.

- Hace rato estaba hablandote y te fuiste ignorandome.

- Fui a ver a Tom. - el enojo se le fue de un solo y me miró con picardía. - En serio no quiero que arruine su vida con ella, Sam. Ni siquiera por un hijo... tu sabes que hay soluciones legales para eso, ¡no un matrimonio!

- Sabes muy bien que sus padres no piensan igual, además para ellos es mejor porque así ya nadie más de la prensa habla de la relación homosexual que tiene el hijo del político Kaulitz con el misterioso hombre de negro. - bromeó dandome un empujón.

- Te juro que voy a impedir esa boda cueste lo que cueste... ya no me importa nada, me siento desesperado por tenerlo conmigo.

𝑰𝒕'𝒔 𝑩𝒊𝒍𝒍𝒊𝒆 𝑩𝒊𝒕𝒄𝒉 2 <𝑻𝑶𝑳𝑳>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora