Amarte a Morir

16. Planes de Decepción

ODETTE

- ¡Por favor, hermanita! ¡Por favor, por favor, por favor! - Suplicó Scarlett mientras me perseguía por todo el camino desde el estacionamiento hasta la entrada de la escuela.

- Que no. - Respondí por enésima vez.

Llegué hasta mi casillero, metí la combinación para poder abrirlo y luego saqué mi libro de literatura, la cuál era mi siguiente clase.

- ¿Por qué no? - Cuestionó en casi un berrinche de niña chiquita.

Cerré mi casillero de un azotón y la miré con exasperación. Desde ayer que me dijo su ridícula idea para que yo fuera al baile de bienvenida con Ryder y facilitarle las cosas, llevaba intentando convencerme para decir que sí.

- Ya te lo dije, en primera: porque Ryder y yo aún no nos llevamos del todo bien y vamos a terminar asesinándonos mutuamente. - Ella rodó los ojos como si yo estuviera exagerando. - Y en segunda: Estoy esperando a que alguien más me invite, lo sabes, Sacrlett.

Comencé a caminar hasta mi siguiente salón, mientras Scar continuaba persiguiéndome.

- Pero ya te dije que no creo que el idiota de Dereck te lo pida. ¿Para qué hacerte esperanzas?

Me detuve en seco al escuchar eso y con nerviosismo, miré a todos lados suplicando porque nadie escuchara eso. Gracias a dios, todo mundo estaba ajeno a la conversación de mi hermana y mía.

- ¿No quieres gritarlo más alto, Scarlett? Creo que no te escucharon en Australia. - Le dije con sarcasmo. - ¡Dios! A veces olvido que tu segundo nombre es Indiscreción.

- No es cierto, mi segundo nombre es Camille. - Respondió confundida.

- Pues Indiscreción te hubiera quedado mejor. - Continúe caminando por el pasillo para llegar a mi clase.

- Cómo sea, ¿irás con Andy o no?

- No quiero ser niñera de nadie, ya te dije.

- ¡Pero Odette! - Chilló.

- Ya, esa es mi última palabra.

Y cuando pensé que finalmente ella se había dado por vencida, se paró firmemente frente a mí evitándome el paso.

- Bien, ya sé... Si en caso de que tu "adorado príncipe" no llegue a ir contigo, ¿irías con Andy? - Mencionó ella.

- Si te digo que sí, ¿me dejarás de molestar con ésto? - Pregunté con seriedad. Ella asintió entusiastamente con la cabeza, esbozando una sonrisa como niña chiquita a la que su madre finalmente le comprará una muñeca nueva. - ¡De acuerdo! - Accedí de mala gana.

- ¡Ay, te amo! - Gritó triunfante para luego saltar a abrazarme con euforia hasta el punto en que sentí que mi cuello tronaría como matraca en cuestión de tiempo.

- Scar... me... lastimas... - Intentaba decir entrecortadamente.

Cuando ella se dio cuenta me soltó rápidamente, preocupada.

- Oh, lo lamento, Odette... - Se disculpó nerviosa.

- Está bien. - Dije llevándome una mano al cuello, revisando que no hubiera daños de verdad. - Pero no te emociones mucho, yo estoy casi segura que iré con Dereck al baile.

Volvió a rodar los ojos.

- Sí, lo que digas. Mejor vete a estudiar a Jane Shakespeare y William Austen.

- Jane Austen y William Shakespeare. - Corregí divertida por su respuesta.

- Lo que sea. - Encogió los hombros restándole importancia. - Pasé con seis esa materia y eso fue copiando en todos los exámenes.