Volumen 1: El milagro maldito de Milfiore Acto 2

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Todo el vestíbulo estaba destruido, los muebles estaban desubicados las cortinas desmontadas y la alfombra estaba hecha un nudo en una esquina del cuarto.

—Lamento mucho esta desagradable impresión —Espeta el joven Milfiore haciendo una reverencia a la duquesa —No esperaba la visita de la Duquesa de Willburg tan pronto.

—Entonces tu eres el hijo de los Milfiore —espeta.

—En efecto, mi nombre es Iván Milfiore —expone cortésmente —¿Sería una molestia cambiar de habitación?, esta es un desastre.

—No es un problema — responde la mujer — yo te sigo...

Tras esas palabras Iván Toma la iniciativa y procede a guiar a la mujer entre los laberinticos pasillos de la mansión, al tiempo que trata de contener un suspiro de alivio.

La persona quien acompañaba al joven era la mujer del duque de Willburg, Olivier Willburg, Iván había leído de ella en las notas que su tío había dejado en la mansión.

La duquesa es una mujer Férrea que difícilmente se deja impresionar, una cualidad muy importante cuando se trata con la familia Milfiore, Puesto a que la casa de las flores se encuentra dentro del ducado de Willburg es normal recibir una inspección regular de parte de los duques.

Según las notas de Enrique Olivier pese a su forma de ser es la más razonable dentro de la familia ducal, por lo que Iván podía estar relajado y responder tranquilamente sus preguntas.

Lamentablemente el pensar en las notas de su tío Enrique le hizo recordar la descarada novela erótica de la cual la duquesa formaba parte en sus cartas, aunque ver a la duquesa en persona y a su figura perfecta le hizo pensar que su tío no le había hecho justicia a su descripción.

Iván solamente era un joven de 15 años por lo que sus hormonas le estaban jugando fuertemente en contra, a tal grado que casi podía imaginarse a la duquesa en el atuendo revelador de aquel morboso relato.

Tal pensamiento rápidamente llevo al joven a posar su cabeza contra una esquina durante un segundo, no podía permitirse que el degenerado de su tío se metiese en su cabeza y menos frente a un miembro del ducado.

—¿Te encuentras bien? — pregunta la duquesa.

—Estoy algo resfriado, apreciaría enormemente que no se me acerque tanto —Espeta incapaz de verla directamente.

Así y tras unos minutos Iván consigue llevar a la duquesa a un gran comedor con el tamaño suficiente como para albergar a 30 personas, lugar donde el joven puede tranquilizarse y recuperar su compostura.

—Ahora que ya nos hemos acomodado, podría preguntar el motivo de su visita —Espeta el joven Milfiore.

—¿No es normal ofrecer una bebida a un invitado? — Señala la mujer

—Entiendo que es la costumbre, pero como le había comentado no estaba esperando su visita —Responde el joven.

—¿Acaso estas solo en esta mansión? —Pregunta la mujer.

—No... Exactamente...

—Escuche de que los Milfiore tienen sirvientes personales que los acompañan en todo momento — señala la duquesa.

—Está en lo correcto, pero actualmente no dispongo de uno —responde el joven.

—Me lo imagino — Aclama con un tono más sombrío —He escuchado los rumores relacionados a ti; "El Milagro maldito de los Milfiore".

—No pensé que usted fuese de la clase de personas que se deja influenciar de los rumores —Señala el joven.

—Hay algunos que vale la pena escuchar —expone la mujer —Vicenzo Milfiore, Tu bisabuelo tuvo un total de 12 hijos e hijas, y estos a su vez tuvieron alrededor de 90 hijos en conjunto, siendo uno de ellos tu padre, pero en tu generación solo estas tú, el único hijo de los Milfiore es difícil no mostrar intriga en tan curioso caso.

El presagio de las flores (Hana no Zenchō)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora