Volumen 5: Adaptador acto 2

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Al escuchar ese nombre Iván rememoró a aquel elfo demoniaco que conoció en la torre de Ruranthel, lo que implicaba que tal y como lo temía ahora la cimitarra está en posesión de los adoradores demoniacos.

—Ya veo, ¿te das cuenta que al decirme esto ya no tienes valor para mí? —Señala Iván.

—Espera por favor, tu no eres un incubo verdad, yo puedo enseñarte a usar nuestras habilidades únicas, crear ilusiones, meterte en los sueños, lavarles el cerebro a las personas —Exclama la joven.

—Yo ya se hacer esas cosas, y probablemente mejor que tú, no habías notado que Erse ha estado sentada a tu lado desde tu primer intento de escape —Señala Iván retirando la ilusión.

—Eso, fue manto de depravación, la mejor y más difícil técnica de ilusión jamás creada —Señala Karma con una mirada decaída.

—¿Algo más...?

—Gritaría pero eso solo hará que quieras matarme con mas intensidad, y como la tienes a ella supongo que ofrecer mi cuerpo no servirá tampoco —Clama.

—Espera un momento, nosotros no...

—Si tienes razón —Clama Iván —Entonces sin más preámbulos...

—¡Espera! —Exclama —Este es mi último intento, pero, ¿tu solo quieres mi corazón, pero no matarme, o me equivoco?

—No tengo problemas con matarte, pero si, solo quiero tu corazón —Responde Iván.

—Hay una manera de que me saquen el corazón y vivir —Señala la súcubo —Los de nuestra especie poseemos la capacidad de separar temporalmente nuestras almas de nuestros cuerpos, si me extirpas el corazón y lo cambias por otro entonces los dos tendemos lo que queremos, ¿o no?

Tras esas palabras Iván no puede evitar meditar la situación, por un lado, matar a la santa en este instante seria la decisión más acertada, eso sumándole el hecho sobre la reacción de Wilhelm, puesto a que no había forma de saber si el quiere a la santas muertas o solo sus corazones.

Todas las señales apuntaban a una sola conclusión, no obstante, había algo que a Iván le intrigaba.

—Erse, ¿el corazón de la santa de capricornio?

—Está en mi inventario — responde la joven.

—¿Tu conseguirás el trasplante? —Pregunta Iván.

—Hay un pueblo al este de aquí, si encuentro a una joven con una complexión similar a la mía entonces sería posible —Responde.

—¿Y la compatibilidad sanguínea?

—¿Qué es eso?

—Si falla el trasplante no me podrás reclamar... —Clama Iván —Erse ve y acompáñala.

—Está bien.

Tras esas palabras Erse abre la puerta y se baja, al tiempo que la santa la sigue...

—Y Erse, si vez que hace algo sospechoso, sácale el corazón mientras te ve —Clama el joven con un tono hostil.

Tras esas palabras una expresión de miedo se dibuja en karma mientras que Erse a su espalda cierra la puerta del carruaje dejando al joven Milfiore totalmente solo.

—"Tienda del sistema" —Clama el joven

**

[¿Maese, realmente hará esto? ...]

[Hay una probabilidad del 69.9% de que se trate de una trampa...]

**

—Lo sé —Responde el joven manifestando un par de libros de medicina y anatomía de los súcubos en sus manos.

El presagio de las flores (Hana no Zenchō)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora