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Aquella noche Draco no tuvo pesadillas.
Despertó con un poco de frío y oliendo café. Abrió los ojos y estaba solo en la cama, lo que lo hizo fruncir el ceño. Iba a llamar a Astoria en voz alta, aún adormilado, cuando un tintineo desde la cocina le hizo atar cabos: el olor a café, el ruido en la cocina...¿Astoria estaba preparando el desayuno?

Se estiró en la cama y se levantó, para buscar su ropa. Pero su camisa estaba desaparecida.
Se puso el pantalón y salió con el torso desnudo en dirección a la cocina, donde efectivamente Astoria estaba muy entretenida cortando fruta al estilo Muggle...y vestida con su camisa.

Sin hacer ruido, Draco se sentó en la mesa, cruzando las piernas. Se quedó unos minutos observándola, sin poder evitar sonreír: la concentración hacía que se formara una V en su ceño y la camisa le llegaba por la mitad de los muslos, era una escena que no se iba a olvidar jamás. Finalmente carraspeó y Astoria se sobresaltó.

- ¡Por Merlin! ¿Hace cuánto que estás ahí? -preguntó la castaña.

- Una eternidad...-respondió él, ladeando una sonrisa.- Estaba rastreando mi camisa...

Astoria miró lo que traía puesto y sonrió.

- Lo siento. Fue lo primero que encontré.

- ¿Y por qué estás matandote con el desayuno si con magia las cosas pueden hacerse solas? -preguntó Draco.

La chica se encogió de hombros.

- Iba a llevarte el desayuno a la cama pero acabas de arruinarme la idea. -le dijo, frunciendo la nariz.

Draco alzó ambas cejas.

- Nunca desayuné en la cama.

A Astoria se le desencajó la mandíbula.

- ¿Cómo que no?

Draco frunció el ceño.

- Pues no.

La chica caminó hacia él y tiró de su mano.

- Andando.

El rubio la miró extrañado.

- ¿A dónde?

- ¡Pues a la cama! -exclamó ella rodando los ojos.

Draco esbozó una sonrisa ancha.

- ¿Tu y yo a la cama otra vez? Me parece un buen plan de domingo. -comentó, y se rió al ver cómo la chica se ponía roja como un tomate.

Se puso de pié y sin mucho esfuerzo levantó a Astoria en brazos, quien le rodeó el cuello con los brazos.

- ¿Entonces desayunamos en la cama? -preguntó la chica, haciendo ojitos.

Draco fingió hastío rodando los ojos pero acabó por sonreír ligeramente.

- Si.

Sin soltar a Astoria, sacó su varita y con un movimiento, todo lo que la chica había preparado se colocó en orden sobre una bandeja, que flotó detrás de ellos camino a la habitación. Dejó a Tori en la cama, se sentó a su lado y la bandeja aterrizó delicadamente a los pies de la cama. Miró por el ventanal y sólo entonces notó que llovía.

- Vaya. Está lloviendo.

Tori se rió.

- Llovió toda la madrugada, Draco. Pero dormías como un tronco.

Él la miró de reojo.

- Evidentemente. -dijo, antes de tomar un sorbo de café.

Astoria lo imitó y luego estiró el brazo para tomar la vela que él había comprado en Egipto. La acercó un poco a su rostro y olfateó.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2023 ⏰

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Draconem et ReginaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora