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El resto de aquel estúpido día estuvo sola. No quería cruzarse con Daphne y que, otra vez, le preguntara sobre Malfoy. Tampoco quería cruzarse con Malfoy y que le lanzara miradas burlonas o se dirigiera a ella con tono sarcástico. No le apetecía conversar con nadie que pudiera recordarle que antes de cenar, tendría que estar metida en un mismo lugar con aquel hurón desteñido. Pero la paz no le dura demasiado tiempo, pues su hermana la intercepta en un pasillo del quinto piso.

- ¡Tori! -exclama con mala cara.- Te he estado buscando por todas partes.

- Daphne, por favor. No quiero hablar de Malfoy ¿Está bien? -se ataja la menor, antes de cualquier pregunta.-

La rubia bufa y se acomoda el cabello.

- Vale. ¿Te ha dicho la profesora de qué va el castigo?

- No. Pero va a tener que esforzarse para que sea algo peor que compartir oxígeno con el tonto ese.

- ¿No que no querías hablar de él? -pregunta Daphne, ladeando una sonrisa.-

- No estoy hablando de él, sino de la situa...ay, déjalo asi.

- Eres igual de malhumorada que mamá. -sentencia la mayor, cuando bajaban por las escaleras hacia las mazmorras.-

- La cuestión es que papá y tú son unos pesados. -replica la menor y al llegar a la entrada de la Sala Común, murmura la contraseña y entra por el hueco que se deja ver.

Se dirige hacia el pasillo del dormitorio de las chicas y deja caer su mochila a los pies de la cama. Eran las cuatro y a las siete debía estar con Lange, asique decide dormir un rato, pues no sabía qué iba a tener que hacer ni cuánto tardaría en hacerlo. Se acuesta en su cama y al cabo de unos minutos se duerme.

____

Astoria... ¡ASTORIA!

Un grito la sobresalta y se sienta en la cama, con el cabello enmarañado sobre la cara.

- ¿Mhhm? -balbucea la castaña, buscando a quien la había despertado tan bruscamente.

Ve a Pansy Parkinson, con un libro en la mano, a los pies de la cama.

- ¿Parkinson? ¿Qué te sucede? Acababa de dormirme.

La pelinegra suelta una risa falsa.

- ¿Acababas de dormirte? No lo creo, pues tu hermana me pidio que viniera a despertarte porque queda menos de media hora para tu castigo con Lange. -indica mirando su reloj.

- ¡Mierda! Me he quedado dormida..

- No me digas...-murmura con sarcasmo la mayor.- En fin, que te sea leve, pequeña Greengrass.

- Te encantaría estar en mi lugar y lo sabes...-le suelta Astoria, harta de su actitud sobradora.-

- ¿Qué dices? ¿Que me encantaria estar castigada? -pregunta Pansy deteniendose en el umbral de la puerta.-

- Castigada con Draco, si. -responde la menor, mientras se arregla el cabello.

Pansy se voltea para mirar a Astoria con cara de incredulidad.

- ¿Un castigo con Draco? Buena suerte. Con él ya hice lo que quise y puedo hacerlo otra vez cuando quiera...no necesito patéticas excusas como tu. -dicho esto, sale del cuarto con aire altanero.

- Vaya idiota..-murmura Tori y sale del cuarto en dirección al despacho de Lange.

Ya casi llegando, puede distinguir una cabellera rubia casi plateada que le hace poner los ojos en blanco. Llega hasta la puerta del despacho y golpea dos veces para luego alejarse unos pasos, pasando completamente de Draco.

Draconem et ReginaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora