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Al final de la semana, Slytherin tenia que jugar contra Hufflepuff. Durante esos días, Draco y Astoria casi no habían hablado. Se habían sentado juntos en algunas clases, o platicado lo mínimo en el Gran Comedor durante las comidas. Ya comenzaba a rumorearse que aquel noviazgo tan sorpresivo para todos, estaba fracasando en cuestión de días.
Llegado el día del partido, Draco no fue a desayunar asique Astoria no lo vió para poder desearle suerte. Caminó con su hermana y Theo hacia el campo de Quidditch, puesto que Blaise y Pansy ahora eran muy compinches y se habían alejado del grupo. Astoria buscó sentarse lo más cerca de la valla de la grada posible, para poder ver bien. 

Madame Hooch dió comienzo al partido y Dean Thomas comenzó a relatar.

- ¡Y arranca el partido! Los buscadores a lo suyo, pero no será sencillo hacerse con la Snitch. Por su parte los cazadores se ponen como locos a luchar por la quaffle y a atacar el mismo aro rival. Los golpeadores ya han tomado posiciones. Rickett se coloca a defender a su guardián, mientras Derrick derriba a Cadwallader, salvando a uno de sus cazadores con esa acción.

Los jugadores eran apenas manchas amarillas o verdes, que iban de un lado a otro del campo. Estaba muy reñido y se notaba que ninguno de los dos equipos quería perder. Los buscadores volaban por todo el campo, concentrados en encontrar a la pequeña y escurridiza Snitch.

- ¡10 puntos para Hufflepuff! -exclamó Dean Thomas.

Astoria miró hacia los aros rivales y vió festejar a los jugadores de amarillo y negro. Bufó. Su mirada volvió a buscar a Draco.
El silbato de madame Hooch llamó la atención de la castaña, que al buscar el foco del pitido, encontró a la mujer entre dos cazadores, uno de cada equipo. Con un gesto de la mano, marcó una falta a favor de Hufflepuff y toda la grada verde y plateada se quejó.

- ¡Pero si no le ha hecho nada! - gritó Theo, aferrado a la valla.

- ¿Qué pasó? Me lo perdí. -dijo Astoria a Daphne.

La rubia se acercó a ella para hacerse  escuchar sobre las quejas de los slytherin y los cánticos de los hufflepuff.

- El cazador de Slytherin le dió una patada a la cazadora de Huffle y casi la tira de la escoba. Para su mala suerte, Madame Hooch lo vió.

Astoria puso los ojos en blanco. Pero entonces su hermana dió un brinco.

- ¡Draco ha visto la Snitch!

Astoria volvió la mirada al campo de Quidditch y vió a Draco y al otro buscador, hombro con hombro, intentando atrapar la snitch. Evidentemente la pequeña pelotita se escapa hacia arriba pues ambos subieron en espiral para ir detrás de ella otra vez.  Frenaron en seco y miraron hacia todos lados.

- Maldita sea, se le ha perdido. -murmuró Daphne.

A Tori se le había hecho un nudo en el estómago que no sabía a qué venía, pero se intensificó cuando Draco bajó en picada a toda velocidad y no parecía darse cuenta de que cada vez estaba más cerca del suelo.

- Ay no...-murmuró y se cubrió los ojos con ambas manos.

El campo en pleno estaba en silencio.  Y eso acrecentaba los nervios de la castaña. Y entonces la grada de Slyhterin rompió en vitoreos y Astoria destapó sus ojos, para ver a Draco con la mano en alto y la Snitch aleteando entre sus dedos.

- El partido más corto que he visto en Hogwarts. Ha sido pan comido. -dijo Theo, asomándose por el hombro de Daphne.- Menuda caída en picada la de Draco, pensé que aterrizaba con la cara.

- Astoria también, se tapó los ojos y todo. - canturreó Daphne.

- ¡Cierra la boca! -protestó la menor, bufando.- Me dio mucha impresión, no quería verlo hecho puré. 

Draconem et ReginaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora