3

551 40 14
                                    

Las clases comenzaron, y al bajar al aula de pociones, Astoria sintió un nudo en el estómago que probablemente muchos también sintieron. Todos asociaban aquella clase con Snape, aunque hubiera sido Slughorn quien había tomado la asignatura cuando la chica estaba en cuarto año. Pero todos sentían, en especial los Slytherin, la falta que hacía Severus Snape en el castillo.
Ambas Greengrass estaban sentadas en una mesa como por la mitad del salón, con su libro de Pociones Avanzadas en el escritorio y la atención dispersa en sus respectivos pensamientos.

- Eh, Greengrass. -dice una voz por detrás de las hermanas.-

Ambas se voltean, para ver a Malfoy y Zabini observandolas desde el banco de atrás.

- ¿Qué quieres, Malfoy? -pregunta Daphne con tono frío.-

- ¿Por qué yo no conocía a tu hermana? -pregunta el rubio, reclinandose hacia atrás en su silla.-

- Porque nunca miras más allá de tu nariz. Y si vas a referirte a mi, ten la decencia de hablarme a mi, y no hacer como si no estuviera. -replica la menor, con cara de pocos amigos.-

- ¡Una Greengrass con agallas! No, si ya lo he visto todo...Puedo morir en paz.

- No te apures, quizá encontramos un Malfoy respetado y tu te lo pierdes. -sisea la castaña haciendo voltear a su hermana hacia adelante.-

- La próxima vez que hables de mi familia...-comenzó el rubio, cuyo rostro había perdido cualquier rasgo de burla.-

- Si quieres respeto, respeta. Es asi de sencillo. -se voltea hacia adelante y presta atención al profesor.-

La clase iba de pociones narcóticas. Para cuando terminó, todos salieron atontados del aula, pues el vapor tenía un efecto similar. Mientras subían la escalera, Daphne miraba a Astoria con el ceño fruncido.

- ¿Qué? -preguntó la menor, que de reojo había visto la expresión de su hermana.- ¿Te debo?

- No..-respondió la rubia, rodando los ojos.- ¿Qué fué esa escenita con Malfoy?

- ¿Escenita?

- Si.

- No fué una escenita. Simplemente debe saber que el apellido Greengrass pisa tan fuerte como el suyo. -explicó la chica, quitandole importancia.-

- Tori ¿Te sientes bien? ¿Tú defendiendo nuestro apellido? Creí que yo me parecía a papá por hacerlo.

- Bueno...-se quedó en el descanso del segundo piso, esperando que la escalera cambiara de lugar.- Supongo que hacerlo de vez en cuando no está tan mal.

- Ajá...-una sonrisa ladeada apareció en los labios de la mayor de las Greengrass.-

Tori la miró extrañada.

- ¿De qué te ríes?

- La rubia observó a su hermana, mientras llegaban al aula de Encantamientos.- Mi hermanita está enamorada...-dijo con tono burlón, entrando al aula.-

Astoria se quedó observando a la rubia con cara de póker. No tardó en seguirla y sentarse a su lado.

- ¿Sigues drogada por los vapores de la otra clase? -le preguntó, mientras sacaba su libro.-

- Probablemente. Pero hasta un ciego ve que te encanta Malfoy. -respondió su hermana.-

La castaña pasó por todos los colores existentes y un acceso de tos casi la mata por asfixia.

- Oye, inhala y exhala....eso...calma. O le diré a Malfoy que venga a darte oxígeno.

- ¡Daphne! -chilló, golpeandola con el libro.- Basta, por Circe.

La rubia reía a carcajadas.

- A ver, por ahi, las gárgolas parlantes. Cinco puntos menos para Slytherin por cada una de las Greengrass. Una vez más que griten en mi clase y están castigadas. -dijo la voz fría y autoritaria de la profesora Lange, la nueva maestra de Encantamientos.-

- Si, profesora. -dijeron las hermanas al unísono.-

Una risita llamó la atención de Astoria, que miró en derredor hasta dar con Draco, que la observaba, presuntamente disfrutando de que había sido regañada. Sin dudarlo, la chica otra vez le muestra el dedo medio, aprovechando que la profesora estaba inclinada sobre el pergamino de una alumna de Hufflepuff. El rubio le devuelve el gesto, y Tori, sin producir sonido alguno, gesticula la palabra "Púdrete".

- Greengras, Malfoy, seguirán gesticulando conmigo en su castigo, a las 7 de la tarde. -dijo desde el fondo del aula la profesora.- Como decía, el hechizo Glacius...

Pero Astoria ya no oía. Estaba cruzada de brazos, con el ceño fruncido y destilando odio hacia Draco Malfoy.

Draconem et ReginaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora