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Karissa y el batallón 313 se encontraban haciendo frente a los separatistas en el planeta Vallt durante 3 meses aproximadamente, pero en las últimas semanas los separatistas habían estado fortaleciendo a sus tropas

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Karissa y el batallón 313 se encontraban haciendo frente a los separatistas en el planeta Vallt durante 3 meses aproximadamente, pero en las últimas semanas los separatistas habían estado fortaleciendo a sus tropas. Por lo que Karissa había tenido que pedir apoyo al consejo, pero este había tardado en responder y ahora se encontraba tras una roca en un planeta del Borde Exterior esperando una ayuda que probablemente llegue cuando estén todos muertos.

—General —se acercó corriendo un soldado clon—. Tiene una transmisión urgente del consejo jedi.

—Debe ser sobre el apoyo que solicite, es mejor que no los hagamos esperar.

Karissa siguió al soldado hasta el centro de mando, ahí se encontraba el capitán clon Drab frente a la mesa de transmisiones.

—¿Cómo va todo capitán? —pregunto Karissa.

—Por acá todo en orden, pero por lo que veo no va nada bien en el campo de batalla.

Karissa no dijo ni una palabra, a diferencia de algunos jedi que consideraban a los clones caídos como perdidas sin valor y reemplazables, Karissa había llegado a verlos como amigos.

—Ponme en contacto con el consejo, tal vez por fin tengamos apoyo —pidió Karissa.

—Maestra Karissa —saludo Yoda—. Un honor verla es.

—Maestro Yoda, espero que haya recibido mi solicitud de ayuda.

—Así es, pero lamentablemente ayudarla no podremos —dijo Yoda.

—Pero maestro si no envía apoyo seguiremos perdiendo hombres —protesto Karissa.

—Terrible es aquella perdida pero ayuda necesitamos.

Karissa quiso seguir peleando, pero sabía muy bien que lo mejor era escuchar al consejo si no quería meterse en problemas.

—¿En qué podría ayudar al consejo, maestro?

—Perdidos en Florrum el general Skywalker y el general Kenobi están.

Había imaginado que tendría que volver a ver a Kenobi tarde o temprano, pero jamás imagino que sería tan pronto.

—¿Qué sucedió maestro? —pregunto Karissa con curiosidad.

—Rescatar a Dooku de manos de unos piratas su misión era —dijo el maestro Yoda.

—Y déjeme adivinar —dijo Karissa—. Los dos cayeron en una trampa y ahora tengo que ir a rescatarlos.

—Buscar los clones que viajaron con el pago del rescate de Dooku tu misión será también.

—Si maestro, pero ¿que pasara con la batalla aquí?

—Skywalker y Kenobi ayudarte van.

Dicho esto el maestro Yoda desapareció Karissa ordeno al comandante Coil que mantuviera alejados a los separatistas y que le informara cualquier contratiempo que surgiera y junto a un grupo de cuatro soldados se marchó al planeta Florrum.

—¿Hay señales de los clones? —pregunto Karissa cuando llegaron al planeta.

—Hemos visto un convoy de la república estrellado a unos metros —dijo el piloto.

—Llévenos hacia allá, soldado.

El soldado se dirigió hacia donde estaba el convoy. Cuando aterrizaron Karissa bajo corriendo a revisar si había supervivientes, pero solo vio una pila de rocas donde se encontraba enterrado el bastón del senador Kharrus junto a la nave destrozada.

—No hay señales de los clones y tampoco del representante Binks —anuncio uno de los soldados.

—Volvamos a la nave —ordeno Karissa—. No sea que quienes atacaron al senador regresen además podemos buscarlos desde arriba.

Se apresuraron a subir a la nave y mientras sobrevolaban Florrum, Karissa pensaba como reaccionaria Obi-Wan al verla, tal vez el jedi ya había olvidado lo que ella le confesó antes de marcharse y puedan volver a la rivalidad de siempre, pero si aún lo recordaba Karissa estaba segura de que sería el reencuentro más incómodo de la galaxia.

—General —un soldado la saco de sus pensamientos.

—¿Qué sucede soldado?

—Ahí —dijo señalando hacia el frente—. Los clones y el representante Binks frente a unos tanques de combate.

—Dispárenle a los tanques.

Mientras los soldados le disparaban a los tanques Karissa vio unos cables de energía que supuso llevarían al lugar donde tenían a Anakin y a Obi-Wan.

—Dispárenle a esa fuente de energía sin ella será más fácil sacar a los generales, también —ordeno Karissa—. Y aterricemos junto a los clones.

Cuando aterrizaron los clones se acercaron a la nave y Karissa bajo a presentarse.

—Soy la general Karissa, el consejo nos mandó.

—Gracias por su ayuda general —dijo uno de los clones—. El representante Binks está por allá.

—Pues terminemos con esto —dijo Karissa—. Saquemos a los generales y llevemos a Dooku a Coruscant.

Los clones junto a Karissa rodearon a los piratas que quedaban y los obligaron a llevarlos junto a las especias a la guarida del pirata que según los clones se llamaba Hondo Ohnaka. Cuando llegaron a la guarida de Hondo, Karissa vio que Anakin y Obi-Wan tenían de rehén al pirata.

Al escuchar los tanque en los que llegaban los clones y Karissa los jedi se dieron la vuelta, Karissa vio el rostro asustado de Obi-Wan y le dieron ganas de tatuárselo en el cerebro.

—Parece que su ejercito fue destruido, jedi —dijo Hondo.

—Ani, Obi —dijo Jar Jar, saliendo de uno de los tanques.

—¿Jar Jar? —dijo Anakin.

—Eso solo si de verdad hubiera un ejercito —dijo Karissa, saliendo del tanque.

—¿Karissa? —dijo Obi-Wan, sorprendido.





















He vuelto y que mejor que con un capitulo que me emocionaba publicar, debo decir que me costó bastante escribirlo, ya que casi todo lo que pasa es inventado por mí.

¿Qué tal les pareció el capítulo?

¿Qué creen que pensó Obi-Wan cuando vio a Karissa?

No se olviden de comentar, votar y compartir, me ayudarían mucho. Los quiero.

Illicit affairs | Obi-Wan KenobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora