Habían pasado diez años desde el surgimiento del imperio y la destrucción de la orden jedi. Karissa y Obi-Wan se habían ocultado en un planeta del borde exterior con la esperanza de no ser detectados por el imperio, pero también para proteger al hijo del que antiguamente había sido su mejor amigo.
Karissa había llegado temprano a casa, si es que se podía llamar casa a la cueva donde vivía junto a Obi-Wan. Anteriormente, el único lugar que llamaría hogar sería el templo jedi en Coruscant, pero eso era en tiempos mejores ahora su hogar era aquella cueva llena de arena en Tatooine y por extraño que pareciera Karissa la sentía como su hogar.
Obi-Wan tardaría un par de horas en llegar por lo que Karissa solía esperarlo para cenar juntos. Así que mientras él llegaba Karissa solía ir a observar a Luke, el hijo de Anakin y Padme. Luke era un niño bastante alegre y por lo que había notado Luke había heredado la misma pasión por las naves que su padre. Todas las noches, Karissa despertaba con los ojos llenos de lágrimas debido a que sus sueños estaban plagados de todas las personas que había perdido ya sea por la muerte o por la distancia, pero tener a Obi-Wan a su lado era un recordatorio de que aún podía ser feliz.
Karissa no supo cuanto tiempo estuvo observando a Luke, pero cuando vio que los soles comenzaban a ocultarse supo que era hora de volver a casa. El camino de vuelta no era tan largo. Cuando estaba a pocos metros de casa, Karissa vio el eopie de Obi-Wan por lo que apresuro al suyo.
—Espero que no hayas cenado sin mí, Kenobi —dijo Karissa entrando en la cueva.
Obi-Wan le dedico una sonrisa al verla. Karissa se acercó a él para besarlo, pero Obi-Wan puso sus manos en el rostro de Karissa, como si estuviera asegurándose de que no fuera una ilusión y ella no podía culparlo por qué a pesar de que hubieran pasado diez años, a Karissa también seguía pareciéndole una ilusión.
—Jamás cenaría sin mi esposa —aquellas dos últimas palabras que Obi-Wan había pronunciado le calentaron el corazón a Karissa que no lo pensó dos veces antes de romper el espacio que los separaba.
Sus labios se juntaron en un beso cálido y lleno de amor que le recordó el día en el que se casaron, Karissa recordaba aquel día como si hubiera sido ayer. Habían llegado a Tatooine unos meses atrás y una tarde cuando Karissa regresaba de la granja de humedad en la que trabajaba noto que Obi-Wan había llegado antes. Cuando entro en la cueva lo encontró caminando de un lado a otro mientras susurraba algo por lo que no la escucho entrar hasta que ella le puso una mano en el hombro para detenerlo.
Obi-Wan le propuso matrimonio en ese momento y Karissa no dudo en aceptar. Esa misma tarde fueron hasta Anchorhead y buscaron a alguien que pudiera casarlos, los nombres que dieron eran falsos, pero los votos que pronunciaron eran tan reales como los soles gemelos del planeta. Se prometieron estar juntos siempre, apoyarse en cada paso que dieran, ser el hombro en el que pudieran llorar cuando todo se les viniera encima y por sobre todo, ser el refugio y la luz en la oscuridad el uno del otro.
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Illicit affairs | Obi-Wan Kenobi
FanfictionKarissa Mágnum y Obi Wan Kenobi se conocían desde que eran padawans, pero su relación siempre había sido complicada es por eso que el fallecido maestro de Obi Wan los había mantenido alejados durante su misión en Naboo. Después de la muerte de su ma...