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Karissa había pasado toda la tarde entrenando con Vaj, su padawan cada vez mejoraba en el uso del sable y estaba cerca de perfeccionar el uso del Makashi

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Karissa había pasado toda la tarde entrenando con Vaj, su padawan cada vez mejoraba en el uso del sable y estaba cerca de perfeccionar el uso del Makashi. Karissa noto que Anakin los observaba desde la entrada y supuso que quería saber que era lo que ella tenía que hablar con él, pero tan bien noto un poco de tristes en su mirada, seguramente estaría recordando a Ashoka.

—Ya puedes descansar Vaj.

—Gracias, maestra.

El padawan salió corriendo dejándola sola con Anakin.

—Por fin vienes a hablar con tu mejor amiga —dijo Karissa, fingiendo indignación.

—Lo siento ha sido un día bastante complicado.

—¿Quieres contarme?

Anakin le contó sobre la encomienda que le había dado el consejo, la cual Karissa considero como absurda. El espionaje no era algo propio de los jedi, la guerra estaba acabando con todo lo que se le había enseñado desde niños y entendía la frustración de Anakin.

—Tenías algo que contarme ¿no es así? —dijo Anakin.

—Así es.

Aunque se lo había compartido a Obi-Wan, sabía que él no lo comprendía completamente. No obstante, agradecía que, al menos, le prestara atención, a diferencia de Anakin, quien había experimentado algo similar y sabia lo difícil que era para Karissa vivir con lo que había hecho.

—Volví a Oba Diah —dijo antes de que pudiera arrepentirse.

—¿Por qué volverías a ese planeta?

Karissa le contó todo, usando las mismas palabras que le había dicho a Obi-Wan. Anakin la escucho sin interrumpirla cosa que Karissa agradeció.

—Aunque le dije a Obi-Wan que me arrepentida —dijo Karissa—. Una parte de mí siente que no hizo nada malo, que eso esclavistas se lo merecían.

—Entiendo lo de no arrepentirse —Anakin la miraba con compasión—. Hasta el día de hoy sigo creyendo que los moradores de las arenas se merecían lo que les hice.

Hace mucho Anakin le había contado lo que había pasado en Tatooine cuando había ido a buscar a su madre, los moradores de las arenas la habían hecho su prisionera, pero cuando llego a rescatarla ella murió en sus brazos y Anakin se dejó llevar por la ira igual que Karissa.

—Pero espera —dijo Anakin—. ¿Se lo dijiste a Obi-Wan?

Karissa se le había escapado ese pequeño detalle y ahora no sabía como negarlo.

—Es que él me notó un poco extraña —Karissa esperaba que su rostro no la delatara.

Anakin noto que Karissa se puso nerviosa.

—¿Qué esta pasando entre tú y Obi-Wan? —pregunto.

Karissa no quería decirle a Anakin sin primero saber que pensaba Obi-Wan, pero le dolía físicamente tener que ocultar su relación con él.

Illicit affairs | Obi-Wan KenobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora