Karissa Mágnum y Obi Wan Kenobi se conocían desde que eran padawans, pero su relación siempre había sido complicada es por eso que el fallecido maestro de Obi Wan los había mantenido alejados durante su misión en Naboo. Después de la muerte de su ma...
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Obi-Wan no esperaba volver a ver a Karissa Mágnum, pero le basto con verla una sola vez para darse cuenta de que seguía siendo la misma persona inmadura con la que había trabajado hace 10 años en Naboo, sin embargo, Obi-Wan no pudo notar que había algo diferente en Karissa solamente que aún no podía identificarlo.
—El capitán Tifo tiene suficientes hombres abajo —dijo Obi-Wan mientras entraba al salón—. Nadie entrará por ahí ¿alguna novedad aquí arriba?
—Parece una tumba, no me gusta esperar a que le pase algo —dijo Anakin—. Parece que no le agrado ver a su antigua amiga, maestro.
—¿Qué sucedió? —pregunto Obi-Wan ignorando el comentario de su padawan.
—Cubrió las cámaras —dijo Anakin mirando hacia la pantalla—. Parece que no le gusta que la vea
—¿Qué está intentando?
—R2 nos avisará si aparece un intruso.
—Hay otras formas de matar a una persona.
—Lo sé, pero queremos atrapar al asesino o no maestro.
—La usas como carnada —dijo Obi-Wan comprendiendo lo que su padawan se proponía.
—En mi defensa no fue solamente idea mía —se defendió Anakin—. Karissa lo sugirió primero.
—Ya veo y ¿dónde se supone que está?
—Detrás de usted maestro Kenobi —dijo la jedi ocultando esa sonrisa de suficiencia que Obi-Wan tanto odiaba—. No sabía que ya me extrañaba.
Obi-Wan no contestó aquella provocación, pero no pudo evitar notar que Anakin trataba de no reírse.
—Descuide maestro —dijo Anakin regresando la conversación hacia el tema de la senadora—. No le pasará nada, sé todo lo que sucede en esa habitación.
—Es un riesgo además tus instintos no se han desarrollado joven aprendiz
—¿Y los suyos sí?
—Es posible —dijo Obi-Wan, ofendido.
La noche estaba bastante tranquila, pero había algo que inquietaba a Obi-Wan. Anakin y Karissa estaban en el balcón hablando sobre las medidas de seguridad que deberían tomar para mantener a salvo a Padme, pero Obi-Wan que conocía muy bien a su aprendiz noto que la noche ya estaba haciendo lo suyo.
—Te ves cansado.
—Ya no duermo bien —dijo Anakin.
—¿Es por tu madre?
Anakin asintió.
—No sé por qué sueño siempre con ella.
—Los sueños se van con el tiempo.
—Yo no estaría tan segura —dijo Karissa.
Algo en el tono de la chica hizo que Obi-Wan se preguntara a qué se refería.
