14. Encuentro amargo.

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Habían pasado varios años desde que los Uchiha y los Senju se embarcaron en su larga y amarga guerra

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Habían pasado varios años desde que los Uchiha y los Senju se embarcaron en su larga y amarga guerra. A pesar del tiempo transcurrido, los campos de batalla seguían teñidos con el rojo de la discordia, y las sombras de la rivalidad persisten en cada rincón. La paz seguía siendo esquiva, y las generaciones venideras heredan el fardo de una enemistad que parecía eterna.

Hikari, ya en la casi adultez, se sumergió en el deber de sanar las heridas de sus compañeros Uchiha. La sala de curación se llenó con el aroma de ungüentos y hierbas medicinales mientras Hikari, con habilidad adquirida con los años, atendió a los heridos. Con manos seguras y ojos determinados, aplicó pomadas, cerró y limpió heridas, enfrentándose incluso a casos más graves donde la pérdida de extremidades se había convertido en una cruel realidad.

La kunoichi que se acercaba a la plenitud de la edad adulta, se destacaba por su belleza, siendo la hermana menor del líder del clan, Madara Uchiha. Su figura delicada y sus ojos expresivos hablaban de la gracia de una mujer que había madurado en medio de la guerra. A pesar de haber recibido varias propuestas de matrimonio, Hikari las rechazaba con firmeza.

Su hermano Madara la apoyaba en esta decisión, sugiriéndole discretamente posibles pretendientes dentro del clan Uchiha, pero sin imponerle ninguna elección. Era evidente que la joven kunoichi mantenía su independencia y resistía las expectativas tradicionales.

Izuna, convertido en un joven de 16 años, llegó con determinación al área donde Hikari estaba ocupada atendiendo a los heridos. Su presencia denotaba el crecimiento no solo físico sino también en madurez, siendo un orgullo para el clan Uchiha y parte de la familia principal. Con mirada apresurada, buscó a su hermana mayor, Hikari, revelando un gesto de urgencia y preocupación en su rostro.

Hikari dejó a un joven aprendiz a cargo de terminar el vendaje que ella estaba aplicando, y se dirigió rápidamente hacia la entrada, donde encontró a su hermano Izuna.

Hikari dejó a un lado sus herramientas de curación al escuchar las palabras apresuradas de Izuna. Sus ojos se abrieron en preocupación mientras le pedía más detalles.

— Hermana, estábamos en el campo de batalla, Madara y Hashirama se enfrentaron como de costumbre, pero esta vez... esta vez Madara no volvió conmigo. Perdí su rastro y no sé qué ha sucedido. Necesitamos encontrarlo.

Hikari miró a Izuna con preocupación, sus ojos reflejaban la tensión que se había apoderado de la situación.

— ¿Perdieron el rastro de Madara? ¿Qué pasó exactamente? — preguntó Hikari, apresurándose a seguir a su hermano hacia el centro del campamento Uchiha. Izuna explicó cómo Hashirama había interrumpido su pelea y la preocupación que sentía por su hermano.

Hikari e Izuna compartieron una mirada de preocupación. Aquella batalla constante entre Madara y Hashirama siempre terminaba en empate, pero esta vez era diferente. La ausencia de Madara después del enfrentamiento los inquietaba, rompiendo la rutina que solían seguir.

Amor en guerra. (Tobirama Senju Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora