La noticia de la partida de Madara se extendió rápidamente por Konoha, dejando a la aldea sumida en una mezcla de sorpresa, alivio y temor. Algunos habitantes respiraron con alivio, pues Madara siempre había sido una figura imponente y aterradora. Otros, sin embargo, temían lo que podría suceder ahora que el poderoso Uchiha ya no era un aliado. Entre estos sentimientos encontrados, Hikari Uchiha, la hermana menor de Madara, se encontraba en un mar de emociones mientras yacía en la cama de su hogar, su hija recién nacida, Mirai, dormía en sus brazos.
Hikari no podía evitar lamentar la partida de su hermano. Sabía que Madara tenía problemas, que su mente estaba atrapada en un ciclo de desconfianza y paranoia. Nadie en la aldea había logrado hacerlo cambiar de opinión, ni siquiera ella, su hermana menor. El dolor en su corazón era profundo, sabiendo que la relación con Madara estaba rota, posiblemente para siempre.
Tobirama entró en la habitación, su rostro marcado por la preocupación. Se acercó a la cama y se sentó junto a Hikari, acariciando suavemente la cabeza de Mirai antes de mirar a su pareja.
— ¿Cómo te sientes? — preguntó con voz suave, aunque la tensión era evidente en sus ojos.
Hikari suspiró, cerrando los ojos por un momento mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas.
— Es difícil, Tobirama. Madara se ha ido, y no puedo evitar sentir que le hemos fallado. Sé que estaba luchando contra sus propios demonios, pero... él es mi hermano.
— Lo sé. — Tobirama asintió, entendiendo el dolor de Hikari. — Pero Madara tomó su propia decisión. No es tu culpa. Lo más importante ahora es proteger a nuestra familia y a la aldea.
— Tienes razón. Pero no puedo evitar preocuparme por lo que hará ahora. Madara es peligroso y está fuera de control. Tememos lo que pueda hacer fuera de la aldea.
— Hashirama está tomando precauciones. — respondió Tobirama. — Ya hemos reforzado las defensas de la aldea y estamos vigilando cualquier movimiento sospechoso. Madara no podrá atacarnos sin que estemos preparados.
Hikari suspiró mientras veía a su hija moverse en sus brazos. Suspiró profundamente y miró a Tobirama con tristeza en sus ojos.
— No puedo evitar sentirme ingenua. — dijo en voz baja. — Pensé que realmente cambiaría, que podía ayudarlo a encontrar la paz que tanto necesitaba. Debería haber visto esto venir.
Tobirama se sentó en la cama junto a Hikari, recostándola suavemente en su pecho. Suspiró, compartiendo el peso de sus preocupaciones.
— Hikari, no te culpes por esto. Madara siempre ha tenido su propia visión del mundo, y nada de lo que hubieras hecho podría haber cambiado eso. Siempre vi su verdadera naturaleza, pero entiendo que para ti es diferente. Él es tu hermano.
Hikari se acurrucó más cerca de Tobirama, buscando consuelo en su cercanía.
— Sé que tienes razón, pero aún así... no puedo evitar sentirme responsable.
ESTÁS LEYENDO
Amor en guerra. (Tobirama Senju Y Tú)
Fiksi PenggemarEn una época antigua y tumultuosa, cuando los clanes Uchiha y Senju se encontraban enfrascados en una brutal guerra, surge una historia de amistad inesperada entre dos niños destinados a ser enemigos. Hikari Uchiha, la hija del líder del clan Uchiha...