08. Chispa en la oscuridad.

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Los días pasaron, y la guerra entre los Uchiha y los Senju persistía implacable

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Los días pasaron, y la guerra entre los Uchiha y los Senju persistía implacable. Cada amanecer traía consigo un nuevo enfrentamiento, y cada anochecer dejaba a su paso la tristeza de las pérdidas sufridas por ambos clanes. Las tensiones pesadas como la lluvia antes de una tormenta, y los números de heridos y muertos en cada bando no mostraban signos de disminuir. La tierra estaba impregnada con el dolor de las batallas, y el futuro parecía oscurecerse cada día que pasaba.

En las mañanas frescas y tranquilas, lejos del bullicio de la guerra, Hikari y Tobirama se encontraban en su escondite secreto cerca del río. Se permitían ser niños, riendo y jugando como si no hubiera conflictos entre sus clanes. Tobirama, a pesar de su naturaleza reservada, encontraba consuelo en la compañía de Hikari, y ella, a su vez, veía en él a un amigo con el que podía ser ella misma.

Bajo la sombra de los altos árboles, compartían historias y secretos, creando un mundo aparte donde la amistad superaba las barreras impuestas por la guerra. Se contaban anécdotas de su infancia, sueños y esperanzas para un futuro en el que la paz reinara sobre los territorios Uchiha y Senju.

A pesar del conflicto que los rodeaba, en aquel rincón del bosque, Hikari y Tobirama encontraban un refugio temporal donde podían olvidar las diferencias entre sus clanes y simplemente disfrutar de la compañía del otro. Sus risas resonaban en el aire, rompiendo la tensión que se sentía en el resto del mundo. Pero sabían que aquellos momentos eran efímeros y que tarde o temprano tendrían que regresar a la realidad de la guerra que dividía a sus familias y a sus pueblos.

El murmullo del río proporcionaba un acompañamiento constante al escenario, creando una banda sonora natural para ese momento de calma. El reflejo del sol en el agua añadía destellos dorados a la escena, creando un contraste armonioso con el verdor del bosque. 

A orillas del río, Hikari, empapada de sudor tras el entrenamiento, se encontraba recargada en una gran piedra que sobresalía ligeramente del suelo. Su respiración agitada revelaba el esfuerzo físico reciente.

Tobirama, también exhausto, se sentó en la misma piedra, compartiendo el espacio con la niña Uchiha. El sonido constante del agua fluyendo proporcionaba una melodía natural al escenario, mientras que la frescura de la mañana envolvía a los dos jóvenes guerreros.

Hikari, con el cabello oscuro y empapado pegado a su frente, se apoyaba en la piedra con una expresión serena. Tobirama, con gotas de sudor resbalando por su rostro pálido, compartía la fatiga. En ese momento, solo eran dos jóvenes, compartiendo la complicidad de un amanecer tranquilo a orillas del río.

Tobirama, entre respiraciones entrecortadas, desvió su mirada agotada hacia Hikari. La niña Uchiha, tranquila y serena, tenía los ojos cerrados, como si disfrutara de la fresca brisa matutina que jugueteaba con su cabello. Aunque ambos compartían la fatiga del entrenamiento, un atisbo de calma se reflejaba en el rostro de Hikari, como si encontrara paz en aquel momento de quietud.

Amor en guerra. (Tobirama Senju Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora