Vestida con su kimono tradicional, ajustando el nudo de su banda en la frente, Hikari se detuvo frente al espejo por un momento, ajustando su cabello oscuro con un gesto rápido y preciso. Una mezcla de emoción y anticipación brillaba en sus ojos mientras se preparaba para su rutina matutina.
Los primeros rayos del sol se colaban por la ventana, acariciando suavemente el interior de la habitación y trayendo consigo la promesa de un nuevo día. Para Hikari, este día era una oportunidad más para entrenar y encontrarse con Tobirama, un ritual que se había convertido en una constante en su vida.
Con un brillo de determinación en sus ojos oscuros, Hikari se ajustó la katana a su cintura y se dirigió hacia la salida, lista para enfrentar el día y los desafíos que este traería consigo.
Al salir de su habitación, Hikari se topó con Madara, quien estaba apresuradamente desayunando en la sala común. La expresión de su hermano reflejaba una mezcla de determinación y prisa, como si estuviera ansioso por comenzar su día y sumergirse en sus propias responsabilidades.
—¡Buenos días, Madara!— saludó Hikari con una sonrisa mientras se detenía brevemente junto a él.
—¡Hikari, buenos días!— respondió Madara, dedicándole una rápida sonrisa antes de retomar su desayuno con un aire concentrado.
La ausencia de Izuna no pasó desapercibida para Hikari, quien supuso que su hermano debía estar ocupado acompañando a su padre en alguna misión o compromiso importante. Sin indagar mucho sobre ello, Hikari continuó su camino hacia la salida, manteniendo el ritmo apresurado de su hermano mayor.
Madara terminó rápidamente su desayuno, se levantó de la mesa y se colgó su porta armas, indicando que también estaba listo para comenzar su jornada. Los ojos de Hikari y Madara se cruzaron brevemente en una despedida silenciosa mientras se dirigían hacia la puerta, cada uno listo para seguir su propio camino.
Sin embargo, justo cuando alcanzaron la puerta y se disponían a salir, fueron recibidos por la inesperada presencia de su padre, flanqueado por Izuna. La sorpresa en el rostro de Hikari y Madara fue palpable mientras se detenían en seco al verlos allí de pie.
El líder Uchiha, con su presencia imponente y seriedad habitual, observaba a sus hijos con una mirada penetrante. Hikari y Madara intercambiaron una mirada rápida, leyendo la seriedad en los ojos del otro, antes de bajar la cabeza en un gesto de respeto hacia su padre, esperando su palabra o indicación sobre lo que estaba ocurriendo.
Izuna, con su típica energía y alegría, saludó a sus hermanos mayores con entusiasmo, aunque percibió la tensión en el ambiente. Por otro lado, Tajima Uchiha, el patriarca del clan, solo intercambió un rápido gesto de saludo con la mirada dirigida a sus hijos. Sin embargo, su semblante serio dejaba en claro que algo preocupante se estaba fraguando.
—¿A dónde se dirigen con tanta prisa?
Madara y Hikari se vieron momentáneamente sorprendidos por la pregunta directa de su padre, titubeando ante la necesidad de no revelar sus verdaderos destinos sin incurrir en la ira o desaprobación paterna.
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Amor en guerra. (Tobirama Senju Y Tú)
FanfictionEn una época antigua y tumultuosa, cuando los clanes Uchiha y Senju se encontraban enfrascados en una brutal guerra, surge una historia de amistad inesperada entre dos niños destinados a ser enemigos. Hikari Uchiha, la hija del líder del clan Uchiha...