En una época antigua y tumultuosa, cuando los clanes Uchiha y Senju se encontraban enfrascados en una brutal guerra, surge una historia de amistad inesperada entre dos niños destinados a ser enemigos. Hikari Uchiha, la hija del líder del clan Uchiha...
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Tobirama se movía con sigilo entre los árboles, sus ojos alerta y su mente aguda mientras seguía a su hermano mayor, Hashirama. El sol del amanecer pintaba el cielo de tonos cálidos mientras Tobirama se desplazaba entre las sombras, decidido a descubrir el misterio que envolvía las actividades de Hashirama en el territorio Senju cercano a la frontera con los Uchiha.
Desde su escondite entre los árboles, observó con aguda atención cómo Hashirama estaba acompañado por otro niño. La figura del chico era familiar para Tobirama, aunque no pudo identificarlo de inmediato. Se preguntó quién podría ser y por qué su hermano mayor lo había llevado a ese lugar apartado, lejos de los campamentos y los ojos curiosos de los demás miembros del clan Senju.
Los dos estaban de pie junto al río, conversando en voz baja mientras el agua fluía suavemente a su alrededor. La escena parecía pacífica y relajada, pero Tobirama no podía evitar sentir una punzada de intriga. ¿Quién era ese niño y qué relación tenía con Hashirama?
Con cautela, Tobirama decidió acercarse un poco más para obtener una mejor visión de la situación. Se movió sigilosamente entre los arbustos, procurando no hacer ruido, hasta que pudo ver claramente a los dos niños junto al río.
La sorpresa y la preocupación se reflejaron en los ojos de Tobirama mientras observaba al niño Uchiha junto a su hermano Hashirama. Reconocer las características distintivas del clan Uchiha en el chico hizo que Tobirama se sintiera aún más intranquilo. Sabía que esta situación no pasaría desapercibida ante los ojos de su padre, el líder del clan Senju.
Con determinación, Tobirama decidió que debía actuar rápidamente. Se retiró silenciosamente del lugar y se dirigió hacia el campamento de los Senju, con la intención de informar a su padre sobre la extraña amistad que había observado entre su hermano y el niño Uchiha.
Pero, la imagen de Hikari, la niña Uchiha, se coló en la mente de Tobirama mientras se dirigía hacia su padre para informarle sobre la situación con su hermano y el chico Uchiha. Recordó las veces que se había encontrado con ella, las conversaciones que habían tenido y cómo, a pesar de su inicial desconfianza, había decidido compartir sus motivos y su verdadero nombre con ella. Aunque Tobirama había intentado atacarla en un momento de frustración, también había mostrado cierta apertura hacia la niña Uchiha.
Esto generó un conflicto interno en Tobirama. Por un lado, recordaba las advertencias de su padre y la tensión entre los clanes Senju y Uchiha. Por otro lado, sus interacciones con Hikari le habían mostrado que no todos los miembros del clan Uchiha eran automáticamente enemigos.
Tobirama decidió detenerse en medio del bosque, a la orilla del río, alejado aún del centro del territorio Senju. Una mezcla de pensamientos y emociones revolvían su mente mientras contemplaba las aguas tranquilas del río. Reflexionó sobre su decisión de no acusar a su hermano Hashirama. Recordó su propia interacción con Hikari y cómo, a pesar de las diferencias, habían logrado encontrar cierto entendimiento.
