26. Entre la paz y la desconfianza.

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La confesión de Madara resonó en la sala, dejando a Hikari pasmada ante la impactante revelación

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La confesión de Madara resonó en la sala, dejando a Hikari pasmada ante la impactante revelación. La sangre parecía helarse en sus venas al descubrir la identidad del asesino de su amado hermanito Izuna. Aunque le costaba procesar la realidad de esas palabras, Hikari no dudaba de la sinceridad de Madara. No había motivos para que su hermano mintiera sobre algo tan doloroso, y las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar.

La hostilidad de Madara hacia Tobirama ahora cobraba un nuevo significado, y Hikari, a pesar del shock, pudo comprender la fuente del odio de su hermano. La traición y la pérdida se entrelazaban en un momento que dejaba a Hikari con un peso en el corazón y una determinación férrea de buscar respuestas y justicia.

Hikari apartó las manos de su hermano con decisión, liberándose de su firme agarre. Aunque se tambaleó un poco, logró detenerse contra una pared cercana. Su mente, normalmente lúcida, estaba ahora en blanco, llena únicamente de la imagen mental de Izuna y Tobirama. El peso de la revelación se cernía sobre ella, desencadenando una oleada de emociones difíciles de procesar.

El silencio en la sala era roto solo por la respiración agitada de Hikari mientras intentaba dar sentido a la verdad recién descubierta.

Hikari negó con la cabeza en suaves movimientos, su mirada perdida en algún punto del suelo. La negación se aferraba a su ser, como si al negar la verdad pudiera deshacerse del dolor que amenazaba con desgarrar su corazón. No quería admitirlo, no quería aceptar que Tobirama, su mejor amigo de la infancia, había sido el asesino de Izuna.

Izuna, aunque fiel partidario de la guerra desde niño, era su hermano, su familia, y aunque también había tomado miles de vidas, la idea de que su último adversario, su última batalla, hubiera sido Tobirama era insoportable. La paradoja de sentimientos colisionaba en su interior, donde la lealtad fraternal chocaba con la conexión que comenzaba a explorar con Tobirama más allá de una simple amistad.

Madara dio un paso más cerca de su hermana, extendiendo su mano para posarla suavemente sobre su hombro.

— Hikari, ya se llevaron a Izuna, y pronto seremos cualquiera de nosotros dos. Como familia, necesitamos estar más unidos que nunca y prepararnos para otra guerra contra los Senju.

La suavidad de sus palabras contrastaba con la brutalidad de la situación.

Hikari logró escuchar con claridad las palabras de Madara, y estas resonaron en todo su ser. Un fruncimiento de ceño acompañó su mirada intensa, mientras activaba su Sharingan en un claro gesto de determinación. Se dirigió a su hermano mayor con firmeza.

— No te atrevas a usar la muerte de Izuna como pretexto para tus ridículas razones de guerra. No permitiré que su sacrificio se convierta en combustible para tu venganza desmedida.

Madara retrocedió ligeramente ante la firmeza inesperada de Hikari, pero rápidamente recuperó su compostura, dando otro paso más cerca de ella.

— Todo esto de la alianza no es lo que Izuna hubiera querido. Me dio sus ojos para que guiara a los Uchiha por el camino correcto. Antes de morir, me pidió que no aceptara la propuesta de paz con los Senju.

Amor en guerra. (Tobirama Senju Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora