21. Decisiones divisivas.

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Hikari se encontraba en medio de la multitud, observando con atención cómo algunos ninjas hábiles en el estilo tierra esculpían con maestría el rostro de Hashirama sobre un gran muro que servía como límite de la aldea

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Hikari se encontraba en medio de la multitud, observando con atención cómo algunos ninjas hábiles en el estilo tierra esculpían con maestría el rostro de Hashirama sobre un gran muro que servía como límite de la aldea. El zumbido de la gente llenaba el aire, todos hablaban entre ellos, compartiendo la alegría de que Hashirama hubiera sido elegido como el primer Hokage de Konoha.

La expresión de Hikari reflejaba una sonrisa de satisfacción. Estaba contenta de que Hashirama fuera el líder elegido. Era una persona noble, fuerte y comprometida con la visión de un futuro pacífico para la aldea. Sin embargo, en medio de la celebración, una preocupación persistía en la mente de Hikari.

No sabía cómo reaccionaría Madara al enterarse de la elección. Aunque la amistad entre ellos había experimentado altibajos, el resultado de esta votación podría traer consigo tensiones adicionales. Hikari se preguntaba si Madara aceptaría pacíficamente la decisión democrática o si su desconfianza hacia el sistema de elección pondría a prueba la recién formada alianza entre Senju y Uchiha.

Mientras Hikari observaba la escultura de Hashirama, algunas personas se acercaron con alegría expresándole sus felicitaciones. La noticia de que sería la futura esposa del primer Hokage también elevaba su posición dentro de la aldea.

—¡Señorita, felicidades por la elección de Hashirama como Hokage! Realmente estaremos en buenas manos.

—¡Gracias! Sí, estoy emocionada por el futuro de la aldea.— agradecida, le sonrió a la señora.

—Transmítele a Hashirama nuestras más sinceras felicitaciones. Estamos agradecidos por su liderazgo.— Le pidió otra persona que pasaba cerca de ella y Hikari asintió.

—Claro, lo haré. Sé que apreciará saber que cuenta con el apoyo de todos ustedes.

A medida que la multitud se dispersaba para retomar sus tareas cotidianas, Hikari decidió alejarse también, iniciando el camino de regreso a su hogar. La felicidad llenaba su corazón al observar cómo la aldea prosperaba. Los clanes Uchiha y Senju coexistían en paz, y la convivencia pacífica se convertía en una realidad tangible. Aunque algunos veteranos se resistían a compartir su espacio con antiguos enemigos, no generaban conflictos y se sumían en la tranquilidad que la aldea ofrecía.

Hikari se regocijaba al ver que los clanes Sarutobi y Shimura, recién llegados, ya habían comenzado a levantar sus nuevos hogares con la ayuda de quienes ya habitaban en Konoha, nombre que la aldea había recibido por Madara.

La alianza entre los clanes, ahora fortalecida por la elección democrática de Hashirama como Hokage, estaba dando frutos visibles. La visión de una aldea unificada y en crecimiento llenaba a Hikari de esperanza y satisfacción.

Hikari se acercó al centro de la aldea, donde muchos de los Uchiha se habían asentado. Sin embargo, al llegar a su hogar, se encontró con una escena inesperada. Madara estaba en el centro, rodeado de varios Uchiha. Su expresión reflejaba desesperación mientras buscaba ganarse la atención de su clan, el mismo que antes lideraba con firmeza.

Amor en guerra. (Tobirama Senju Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora