12. Caminos divergentes.

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El sol brillaba alto en el cielo cuando Hikari regresó a su casa, llevando con esfuerzo dos cubos llenos de agua que acababa de recoger del pozo en el campamento Uchiha

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El sol brillaba alto en el cielo cuando Hikari regresó a su casa, llevando con esfuerzo dos cubos llenos de agua que acababa de recoger del pozo en el campamento Uchiha. Al llegar, se topó con una escena inusual: su hermano mayor, Madara, estaba sentado en el suelo, con la mirada fija en el suelo y una expresión de nerviosismo y preocupación marcando su rostro.

Su padre, Tajima Uchiha, un hombre imponente de mirada penetrante, estaba de pie frente a Madara, con gesto serio y voz firme, expresando su descontento con la situación. Las palabras de reprimenda resonaban en la habitación, mientras Hikari dejaba los cubos a un lado y se acercaba con precaución para escuchar lo que sucedía.

—Madara, ¿cómo puedes ser tan irresponsable?— la voz del patriarca resonó con autoridad. —No puedo creer que hayas dejado pasar esto. Tu descuido pudo provocar que fueras considerado un traidor para el clan.

Madara, con la cabeza gacha, asintió en silencio, evidenciando su arrepentimiento por alguna situación que parecía haber salido mal. Hikari se mantuvo en silencio al fondo de la habitación, observando con atención la interacción entre su hermano y su padre, intentando descifrar qué había ocurrido exactamente. 

Izuna observaba la escena desde la esquina contraria de la habitación, al lado de su padre. Su rostro reflejaba una mezcla de seriedad y acuerdo con las palabras del patriarca. Hikari, intrigada por la situación, se acercó lentamente, intentando comprender la razón detrás del regaño a Madara.

Tajima Uchiha, al notar la presencia de Hikari, desvió su mirada furiosa hacia ella y cuestionó con tono rígido:

—Hikari, ¿tú sabías de esto?

La confusión se reflejó en los ojos oscuros de Hikari, sin comprender a qué se refería su padre. Su mente buscaba respuestas mientras trataba de responder con honestidad.

—No entiendo, ¿de qué estás hablando, padre?— inquirió Hikari, tratando de descifrar el enigma que envolvía la situación.

Tajima se frotó el rostro con desesperación, soltando un fuerte bufido que evidenciaba su frustración. Luego, le explicó a Hikari que Izuna había seguido a Madara y había descubierto que se encontraba con un niño Senju, pasando tiempo entre juegos y entrenamientos. Pero para Tajima, esa cercanía entre un Uchiha y un Senju era inaceptable debido al conflicto histórico entre ambos clanes.

—¿Sabías algo de esto?— repitió, su tono revelaba la seriedad del asunto mientras esperaba la respuesta de Hikari.

La sorpresa se reflejó en los ojos de Hikari al comprender la situación. Comenzó a titubear mientras unía sus manos en cierto reflejo ansioso sin saber que responder, pues tampoco quería revelar de más y no sabía que tanto conocía ya su padre. Su mente se llenó de confusión y trató de formular una respuesta honesta.

—No, padre... no tenía idea...— respondió, intentando mantener la calma a pesar de la turbulencia de emociones en su interior.

Tajima frunció el ceño ante la reacción nerviosa de Hikari. Sus ojos escudriñaron el rostro de su hija, leyendo sus expresiones con detenimiento, captando su ansiedad.

Amor en guerra. (Tobirama Senju Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora