17. Promesas renovadas.

468 52 1
                                    

Al día siguiente, Hikari se despertó con los ojos hinchados debido a las lágrimas que había derramado por la muerte de su hermano Izuna

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Al día siguiente, Hikari se despertó con los ojos hinchados debido a las lágrimas que había derramado por la muerte de su hermano Izuna. Los días posteriores al velatorio de Izuna marcaron un cambio en el territorio Uchiha; varios miembros del clan ya no estaban presentes. Rumores de que habían huido en busca de refugio con los Senju resonaban por todas partes.

La pérdida de Izuna, uno de los miembros más fuertes del clan, había desalentado a muchos, llevándolos a abandonar su hogar en busca de seguridad.

Una vez que Madara se recuperó de la cirugía y pudo utilizar sus nuevos ojos, no dudó ni un segundo en prepararse para la siguiente batalla. Convocó a los Uchiha que aún le eran leales, aquellos que quedaban después de las recientes deserciones, para entrenar y prepararse para el próximo conflicto.

Hikari, por su parte, comenzaba a sentir más dudas que antes, no solo por la incertidumbre de la situación, sino también por la estabilidad de su hermano mayor. Tras la muerte de Izuna, percibía cómo la estabilidad de Madara tambaleaba, adentrándose en cierta locura que la inquietaba profundamente.

Mientras los Uchiha se preparaban para marcharse a sus respectivas zonas en el territorio. Hikari, decidida a apoyar a Madara, propuso ir al campo principal, pero la reacción de su hermano la dejó desconcertada y asustada.

Madara, con una mirada intensa y firme, tomó el rostro de Hikari entre sus manos, ejerciendo presión en sus mejillas. En ese momento, la fuerza de su agarre contrastaba con la ternura que solía mostrarle.

—Hikari, te quiero como médica y refuerzo. No quiero verte en el campo de batalla.— dijo Madara, sus palabras resonando con una autoridad que no admitía discusión. 

Aunque el deseo de proteger a su hermana estaba presente, la intensidad de la orden dejó en Hikari un rastro de inquietud.

Hikari, sin pronunciar una palabra de protesta, asintió ante la orden de Madara. Sus ojos reflejaban confusión mientras observaba cómo su hermano se alejaba hacia el campo de batalla. Decidió quedarse en su área designada como médica y refuerzo, pensando que la actitud firme de Madara se debía, tal vez, a que aún no había superado el luto por la pérdida de Izuna.

Madara se presentó con determinación en el campo de batalla, enfrentándose a Hashirama.

—Te he dado una oportunidad para poner fin a esta guerra. Si quieres proteger a los Uchiha, detengamos esta guerra.— dijo Hashirama antes de que la contienda comenzara.

—Hashirama, ¿cuándo dejarás atrás tus sueños infantiles? No podemos llegar a un acuerdo.— respondió Madara, desafiante.

Desplegando su nuevo poder ocular, Madara invocó su Susano, confiando en que este sería su as bajo la manga para ganar la batalla contra Hashirama. Sin embargo, el líder de los Senju también tenía sus propios trucos. Utilizando su habilidad con el estilo madera, Hashirama creó un monstruo imponente, digno de hacerle frente al formidable Susano de Madara. El campo de batalla se llenó de la tensión palpable de dos titanes enfrentándose.

Amor en guerra. (Tobirama Senju Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora