Crónicas de una estrategia para el trono parte 2

312.- Hermano Wang, ¡deje de causar problemas!

Después de una buena noche de sueño, el sol emergió del horizonte, dando a la ciudad real un brillo dorado.

　　La luz del sol entraba oblicuamente en la habitación desde el tragaluz y caía sobre la pequeña bola de pelo castaño.

　　El pequeño león de leche yacía sobre el cojín redondo del futón en la esquina de la habitación, la cabecita esponjosa sostenida por sus dos patas se movió y luego se levantó lentamente de las patas.

　　Tiene una mirada somnolienta y algunos mechones de pelos tontos se le erizan en la cabeza. Se ve lindo y adorable.

　　Después de un rato, pareció despertarse: primero usó sus patas para tirar del cabello opaco de su cabeza y luego se lamió las patas con su lengua rosada.

　　Pateó con las patas delanteras y arqueó las traseras, abrió la boca, estiró su pequeño cuerpo y se estiró.

　　Entonces, el pequeño león de leche saltó con gran energía y saltó a la gran cama de esta habitación con la que estaba muy familiarizado.

　　"Aww~~~"

　　Chilló felizmente, ansioso por saltar y lamer al niño dormido para despertarlo.

　　Pero tan pronto como levantó la cabeza, sus ojos muy abiertos se encontraron con un par de ojos rojo dorado.

　　El hombre que siempre competía con ella, lo que hacía que no le gustara, apareció en algún momento y estaba sentado en la cama en ese momento.

　　El chico rubio estaba dormido, sostenido en brazos del hombre.

　　Los dedos afilados del hombre acariciaron suavemente el suave cabello rubio de sus brazos.

　　"¡Ay!"

　　El grito originalmente feliz de repente cambió de tono.

　　Nega le gritó a Heimos enojado.

　　Es una lástima que piense que es un grito impactante, pero en los oídos de los demás, lo que otros escuchan es solo el sonido de la leche y el gemido de la leche.

　　"Shh."

　　Heimos cubrió los oídos de Garlan, que dormía profundamente, con una mano, y con la otra le hizo un gesto silencioso a Nega.

　　Dormía mucho tiempo, por lo que probablemente no necesitaba dormir en un corto período de tiempo, pero Garlan era diferente. Casi no cerraba los ojos hasta temprano en la mañana y no había dormido mucho tiempo a las todo hasta ahora.

　　"No despiertes a Garlan",

　　Bajó la voz y le dijo al pequeño león de leche que le aullaba.

　　Como si entendiera lo que dijo Heimos, Nega dejó de aullar, miró a Garlan, que dormía profundamente, y luego se sentó sobre las sábanas con un gemido.

　　Aparentemente, planeaba agacharse aquí y esperar a que Garlan se despertara.

　　Girando la cabeza con arrogancia, ya no miró a Heimos, sino que solo miró con nostalgia al dormido Garlan.

　　"Pareces reconocerme... No esperaba que me siguieras"

　　De hecho, Heimos adivinó algo vagamente cuando vio al pequeño león de leche dormido en un rincón de la habitación.

　　Después de todo, sabía que después de la muerte de Garlan hace dos mil años, Nega fue enterrada inmediatamente.

　　Mirando su apariencia actual, Heimos tocó su lujosa frente con su dedo.