Boku No Hero one shots y headcanons+18

Ojos blancos (Bakugou)

Si tuvieses una problema, condición, o enfermedad y eres novia de Katsuki Bakugou, ten por seguro que aunque Bakugou no fuese cariñoso o tierno todo el tiempo, él te amará y te cuidara mucho.

•°•°•°•°•°•°•°•°•Katsuki•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Eran las 7:00 de la mañana, me desperté en mi habitación, moví mi cabeza viendo lo ordenada que estaba y las decoraciones que puse conforme pasaba el tiempo. Me senté en la cama y tallé mis ojos para poder abrirlos bien.
Me levanté y fui al baño para ducharme con agua tibia, ya que era otoño, cuando salí me puse ropa cómoda para salir a correr un rato y para ir a casa de una persona muy especial para mí.

Bajé las escaleras de mi casa llegando a la cocina donde estaban mis padres desayunando tranquilamente, pero eso terminó cuando mi madre me empezó a gritar, como siempre lo hace.

- ¡Oye mocoso, ven a desayunar!- Me grita enojada al verme.

- No tengo hambre, saldré a correr, volveré en unas horas... Tal vez- Dije llegando a la puerta de casa tomando mi abrigo color café con detalles verdes muy pequeños que esa persona especial me dió.

- Hijo, te vendría bien si comes un poco- Dijo mi padre con una sonrisa, siempre siendo amable contigo.

- Comeré en otro lado, adiós- Abrí la puerta y salí de la casa escuchando los gritos de mi madre diciéndome que desayunara.

Empecé a correr a paso tranquilo, no tenía prisa alguna, solo iba a dar vueltas por el vecindario, compraría algunos chocolates e iría a la casa de mi chica. Si, ya escucharon, de mi chica, tengo una relación con una compañera de la escuela media, cuando terminé la escuela y me inscribí en la U.A empecé a llamarla para pedirle ayuda en clases de idiomas como inglés y francés, aunque no lo admitiera en frente de todos, yo soy bueno en esos idiomas gracias a ella.
Y desde que empecé a llamarla, empecé a hablar con ella por mensajes, luego nos encontrábamos en parques o cafeterías, hasta que finalmente decidí confesarme y gracias a Dios ella dijo que si.

Corrí unos kilómetros más viendo los distintos negocios que había para decidir en donde comprar unos chocolates para ella, hasta que decidí ir a su cafetería favorita, esa nunca falla, entré y pedí unos chocolates blancos, amargos y algunos con almendras y fresas. Pagué todo y fui corriendo a su casa, cuando llegué toqué su puerta y esperé a que me abriera la puerta.

- ¿Hola?- Dijo abriendo la puerta para que pudiera ver su rostro, me quedé embobado viéndola; Su cabello rubio como el oro, su nariz pequeña, labios finos y rosados, mejillas regordetas, y lo mejor de todo, sus hermosos ojos que, a pesar de su condición, siguen siendo los más hermosos que he visto, estaba tan embobado por ella que no me di cuenta que no le había respondido- ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

- Tranquila, soy yo- Dije sonriendo cuando pegó un salto por un pequeño susto.

- ¡Oh Katsuki, eres tú! Pasa porfavor- Dijo entrando a la casa, yo también pasé y cerré la puerta con seguro, iba a sacarme mi abrigo pero ella me detuvo con su mano en mi pecho- Espera, quiero sentir que traes puesto.

Me quedé quieto dejando que tocara mi abrigo por unos segundos, luego separó sus manos cuando ya se dió cuenta de lo que traía.

- ¡Es el abrigo que te regalé!- Dijo entusiasmada.

- Si, me lo puse porque... No tenía otro y hacía frío- Dije sonrojado, no iba a admitir que me lo puse porque me gusta usar sus regalos, yo no soy así- Toma, te traje chocolates.

- ¿Encerio?- Agarró la caja y empezó a tocarla delicadamente- ¡Son mis favoritos!

- Lo sé lo sé, ahora siéntate para que prepare chocolate caliente para ambos- Agarré su hombre y mano derecha para llevarla a la sala y sentarla en el sofá.

- Soltó una risa pequeña- Katsuki, sabes que puedo hacerlo sola.

- Ya lo sé, pero quería hacerlo, ahora quédate aquí- Me fui a la cocina para preparar nuestro chocolate caliente.

Cuando terminé de hacerlo llevé las dos tazas a la sala y me senté a su lado dejando las dos tazas en la pequeña mesa.
Ella levantó la cabeza para verme y me sonrió, levantó su mano y la llevó a mi cabello acariciándolo.

- ¿Como puedes tenerlo tan suave?- Dijo acariciando mi cabello.

- Yo que sé, solo es así- Dije sin importancia, aunque me relajaba mucho su tacto- ¿Cómo estuviste estas semanas?

- Estuve bien, cada vez llegan más niños pequeños pidiendo que les enseñe a hablar inglés jaja- Dijo riendo, rayos... Su sonrisa no puede ser tan hermosa.

- Me alegro mucho- Dije sonriendo, pero luego la borro cuando su mano dejó mi cabello y pasó por mi rostro.
Luego acarició mi cuello y bajó por mis brazos que ahora estaban destapados porque tenía una camiseta.

Ella soltó rápido mi brazo y saltó del susto, yo fruncí el seño y miré mi brazo para ver que había, y me di cuenta que tenía una gran cicatriz por culpa de un villano.

- ¿Que te pasó?...- Dijo ella preocupada.

- Tuve una misión y me lastimé, pero estoy bien.- Dije para no preocuparla pero ella ya lo estaba.

- No te lastimes tanto porfavor-Dijo triste sin dejar de tocar mi cicatriz.

- Lo haré...- Le doy un beso en sus labios.

- Tus labios son suaves, se sienten como la primera vez que los besé- Dijo sonriendo con un ligero sonrojo.

- Y tus labios saben a chocolate...- La miro con una sonrisa cuando ella agachó la cabeza nerviosa- Como la primera vez que los besé.

Ella levantó la cabeza y me sonrió en grande mostrando sus dientes blancos.
Agarré su mentón y la acerqué a mis labios, besándola otra vez, jamás me cansaré de besarla, sus labios son muy deliciosos. No sé quién de los dos disfruta de nuestros besos, yo que puedo sentir sus suaves labios con sabor a chocolate, o ella que tiene sus sentidos más desarrollados por su condición.
Su condición es complicada, pero no por porque sea peligrosa o delicada, sinó porque recibía siempre malos tratos de las demás personas, recuerdo en la escuela media cuando estaba en segundo año y ella estaba en primero y siempre la molestaban y hacia que se perdiera en los pasillos. No me gustaba para nada que la molestaran, los chicos que lo hacían eran unos extras débiles que aprovechaban su condición, eso era de lo más estúpido, es por eso que me hice una especie de amigo para ella y la defendía siempre, hasta que me enamoré de ella y me le declaré antes de entrar a la U.A y gracias a todos los cielos me dijo que si y ahora somos una muy buena pareja, una perfecta pareja...