18

4.3K 345 9
                                    

Pasaron varias semanas de aquel inconveniente, y mi vida iba bastante normal. Emanuel, pues aún no vive en mi casa, pero está planeando hacerlo. No me gusta para nada la idea, sin embargo, prefiero no llevarle la contraria a mamá.

Últimamente, me he estado preguntando a mí misma qué sentía realmente por Ivan, sé que dije que me gustaba, pero hubo varios momentos de tensión en los que iba a suceder algo.

La última vez que tuve una conversación larga con él fue hace 2 semanas, y luego de que me fuera a visitar a mi casa y dejo en claro que éramos mejores amigos, dejo el "coqueteo" atrás.

— ¿Todo bien Abi? – le pregunto al verla sin ánimos, desde hace unos días estaba frustrada por los trabajos, evaluaciones y etc.

Niega con la cabeza – Voy a pedir permiso para volver a mi casa – avisa – no creo que pueda aguantar hasta el último.

El timbre sonó y la acompañé hasta la salida. Juan también se fue con ella. Volví al campus para vapear en donde siempre creo que fue obra del universo, porque hace unos momentos pensé en él y ahora está aquí.

— Hola – saludo con la mano.

— Hey – tira a la basura la lata de monster que tomaba – ¿Ya terminaste las clases?

— Pues me quedan 2 horas más – me siento a su lado – te perdiste durante varios días.

— Hm..realmente he querido concentrarme más en la uni – confiesa Ivan – no me ha ido bien que digamos este semestre.

¿Será esa la razón?

— Tampoco hace falta que te atormentes para obtener la mayor nota – le digo – hasta puedo ver que no concilias bien el sueño – miro sus ojos.

— Si, incluso Carre me regañó por no dormir a las horas que son.

Quería hablar con él sobre "nosotros", aunque no es el momento.

— No te sobre exijas.

— Hay otra razón en especial por la que sobre pienso mucho, no solo es esto – confiesa.

— Entiendo que todos tenemos nuestros miedos y motivos por los que sobrepensamos cosas, pero es importante tratar de no dejarlos consumirnos – respondí.

— Gracias – me mira – por estar siempre aquí.

Solo le sonreí, una alarma sonó, era su celular.

— Debo irme – se levanta – supongo que te veré después.

— Claro – asiento – cuídate.

Observe cómo se iba alejando hasta desaparecer. Todos están muy ocupados. Ni siquiera se que hacer con el tiempo que me queda, dudosamente saque mi teléfono y marque al numero que se me vino a la mente.

¿Chica vape? – respondió.

— Hola – conteste amablemente – ¿Estas ocupado?.

Para nada, acaba de terminar mi clase hace rato. ¿Dónde estás?.

— En el campus, quería saber si tienes tiempo de venir.

¡Si! Ahora voy – exclama Alex.

Ni siquiera me dejó hablar porque colgó deprisa. Nos encontramos en el campus y decidimos dar una vuelta por todo el exterior de las instalaciones.

— Te veo con otra cara, ya no como hace unas semanas – comenta.

— Bueno, estoy tratando de hacer cosas que me hagan feliz – juego con mis dedos – pero hoy no estuve tan mal.

— Eso es un buen avance – sonríe – aunque..– lo miro con atención – ¿No has pensado en dejar de usar el vape?

No sabía que decir.

— No me refiero a renunciar completamente a el, solo digo, podrías poco a poco dejar de consumirlo a diario – explica.

Casi todos, en especial Roier y Valdo, me dicen eso, no directamente, pero capto sus mensajes subliminales.

— Eso...lo estoy considerando. – respondí – no puedes dejar algo de un día para el otro.

Alex se quedó pensativo, nunca se había preocupado tanto por una amiga. De hecho, cree que no es tan protector con su hermana como lo ha sido estos últimos días con ___.

— Hoy hable con Ivan – cambio de tema – estaba..muy distinto.

— ¿Distinto, en qué sentido? – guarda sus manos en los bolsillos.

— Me dijo que estos días estuvo sobre pensando en una cosa específicamente.

— ¿Cómo va eso, por cierto? – él ya estaba enterado de todos mis acercamientos con Ivan.

— Me gustaría hablar con él, sobre todo eso – dije – te soy honesta, me gusta un poco y, si nada es mutuo, tampoco me arrepentiré de haberlo confesado – sonrió un poco.

La mirada de Alex se encontraba en el piso, se mantenía serio mientras escuchaba a la castaña.

— Hay chica vape, que cursi sonaste – se burla.

—  Cuando tengas novia o te enamores, me entenderás – hago una pausa – ¡Ya se! – se me prendió el foco – podemos buscarte una novia – propongo.

— Ni de pedo – se niega – todas las morras de la universidad solo quieren una noche y ahuevo quieren todo muy rápido.

— No todas son así – miro mi teléfono – ¿Oye que no en 10 minutos tienes clases?

— Ah, si – dice con desinterés – por un día que no vaya no habrá problema.

— ¿Pero no tendrás problemas? – cuestione.

— ¿Por qué? ¿Te preocupa? – pregunta con una pequeña sonrisa.

— Por supuesto que me preocupa, te meterás en problemas solo por estar aquí conmigo.

— Oh, que considerada chica vape – despeina mi cabello.

— ¡Oye, me levanté a las 5 para plancharlo y tú vienes a tocarlo como si fuera cualquier cosa! – digo un poco molesta.

— A ver, veamos que tan resistente es – vuelve a despeinarme.

— ¡Alexis! – apartó su mano.

— No me digas Alexis, no me gusta que me llamen así.

— Pero así te llamas – digo muy obvia.

— Ya sé, pero en Estados Unidos las chicas solo se llaman Alexis – agacha la cabeza.

— Pero no estamos en Estados Unidos, tonto – empiezo a reír.

— Esa es a la ___ que quiero ver – mira a la castaña – ya era frustrante verte con esa cara miada.

— Te daría un golpe si no fuera por lo primero.

— Y aquí están otros de mis mejores amigos – Se acerca Roier mientras graba con una mini cámara.

— ¿Qué haces? – señaló la cámara.

—  Voy a hacer un mini documental, es para el trabajo final antes de la graduación.

— ¿Y nos terminarás matando? – cuestiona Alex.

— Lo considerare.

𝐕𝐚𝐩𝐞 𝐆𝐢𝐫𝐥 | 𝐐𝐮𝐚𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora