Exactamente eran las 21:30, Ari nos vino a ver con su novio Juan un tipo agradable y en el camino nos fuimos conociendo más.
Llegamos a la casa de Roier y ya se veía que la gente estaba en ambiente.
— ¡Iremos arriba! – grita Ari ya que por la música tan fuerte no se podía escuchar.
— ¡Lo que sea que pase no duden en buscarnos! – Ella asintió y se fue agarrada de la mano con Juan.
Rivers y yo caminamos hasta el patio en donde estaban Roier y Osvaldo con tres chicos más, si no mal recuerdo uno de ellos estaba esta mañana con Roier.
— Miren ahí están – dice Osvaldo – ellos son los amigos de los que les hable.
— Que tal, Ivan – se presenta el pelinegro, llevaba una gorra y tenía unas lindas pestañas, admito que está MUY guapo.
— Yo soy Rodrigo – nos saluda con un abrazo, parecía bastante amigable.
— No sabía que vendrías güey – le dice Rivers a el chico de gorro.
Un momento ¿ella lo conoce?
— Apoco no mi Rivers? – se saludan con el puño – también veniste con la chica vape – me mira.
— ¿Chica vape? – cuestione.
— Si porque siempre te veo vapeando en cada esquina – tiene sentido...¿me ha visto varias veces?
Me cayeron bien, Rodrigo es muy divertido. Ivan al comienzo es algo reservado pero poco a poco va agarrando confianza. Rivers se percató de la presencia de Félix en la fiesta y se fue con él, Roier y Osvaldo se fueron a la pista con Rodrigo, y yo me quede sola, bueno no tan sola.
— Tú amigo es genial – digo mientras veo como Rodrigo estaba a lado del DJ con un micrófono en la mano cantando acompañado de Roier.
— Si es un genio – suelta una pequeña risa – por cierto aún no me decís tu nombre.
— ____ – dije con una pequeña sonrisa en los labios, retrocedió un poco para verme a los ojos...eso me pone nerviosa.
— Lindo nombre – me dijo.
Seguimos nuestra pequeña platica que fue interrumpida por su amigo.
— ¡Amigo vení, esta es nuestra canción! – Rodrigo llega y lo agarra del brazo – te lo robó un momento – me dice y se va corriendo junto a Ivan.
Me acomode en el sofá y saqué el vape de mi bolsillo para colocarlo entre mis labios.
— Deja el pinche vape..
— ¿En que te afecta? – lo regresó a ver.
— Me desespera verte a cada hora con eso, ya ni la Rivers – dice el de gafas oscuras.
— Pues si te desespera vete – digo muy obvia.
— Ni madres, estoy cómodo aquí – se acurruca en el sofá.
— Entonces me voy yo – estaba apunto de irme.
— No, prefiero que se quede la chica vape a que venga un desconocido a tomar tu lugar.
— Yo soy una desconocida – lo miro.
— Para mi no, ya te he visto con mis amigos chica vape.
— Me llamó ____ – digo para que me deje de llamar por ese apodo.
— Si, si, ya lo escuché mientras coqueteabas con Ivan – su mirada va hacia donde estaba el argentino con su amigo, ambos con un micrófono cantando She Don't Give a FO.