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El tiempo pasaba rápido y estaba concentrada en la universidad, ya que estaba llegando al final de mi carrera. Sin embargo, algo sorprendente estaba sucediendo en mi vida personal:

mi relación con mi madre estaba mejorando. Decidió ir a terapia y eso estaba haciendo maravillas por nuestra relación. A veces, incluso iba con ella a las sesiones. Por otro lado, no tenía mucho tiempo para hablar con Alex ya que ambos estábamos ocupados con los exámenes finales. Aunque lo extrañaba, entendía que era una etapa temporal debido a nuestras responsabilidades académicas. A pesar de todo, cada día me acercaba un poco más al final de la carrera con la esperanza de encontrar éxito tanto en lo académico como en lo personal.

— ¡Auch! — se frota la mano — No me muerdas, soy tu abuela.

Mi madre vino de visita y estaba jugando con Tilín, si así decidí llamarlo, bueno Alex me ayudó a escogerle el nombre.

— Tienes tus juguetes y pasas de ellos — cargo a Tilín — no puedes morder a las personas.

— ¿Ya tienes tu vestido de graduación? — pregunta mamá sentándose en el sofá.

— Ni siquiera doy aún los exámenes — río — aunque ya no falta nada.

— ¿Cómo está Alex?

— Hmm..— reviso el último chat que tuvimos, fue hace 1 día — Está ocupado, y yo también, apenas estoy agarrando el teléfono.

— ¿Volverá, verdad? — cuestiona.

— Claro que sí, mamá. Solo estamos ocupados con la universidad en este momento, pero seguro que encontraremos tiempo para hablar pronto — respondo de forma tranquila.

Parece que lo manifesté. Justo en este momento me está llamando. Miro a mamá y ella me hace una seña para que conteste. Camino hacia mi habitación para poder hablar cómodamente.

Al contestar, Alex se quita los lentes oscuros durante nuestra videollamada.

Oh my good...

— ¿Qué? — cuestione.

No manches, tengo una novia muy bonita — dice.

— Lo dices todos los días. Además, no somos novios.

Pues te lo voy a repetir las veces que sea necesario. —Sonríe al ver que mis mejillas se tornan de color carmesí— ¿Cómo que no?

— Ni siquiera me lo has pedido — tomó asiento en mi cama.

En ese momento, la sonrisa de Alex se amplía — Sabes, cuando vuelva a México te lo voy a pedir de una manera más formal, más chingona.

Una mezcla de nervios y emoción recorre mi cuerpo mientras asimilo sus palabras.

— ¿Enserio lo dices?.

Claro que sí. Quiero que sea especial.

— Eso suena maravilloso.

Solo espera, será épico. ¿Cómo está Tilín? — pregunta.

Él está con mi mamá en el salón. La invité a almorzar — responde ella.

¿Mi suegra está ahí? Me hubieses dicho, te dejo para que estés con ella.

— Ella no tiene problema —  dije.

Te llamó más tarde, tengo una idea para esta noche..— murmura Alex con una voz ronca.
Ella lo mira con una expresión cómplice pero incómoda. — ¡Oye! No seas mal pensada.

— ¿Cómo no quieres que no lo haga? Si me hablas así —  responde ella, encogiéndose de hombros.

¿Así como? — pregunta Alex burlándose de la situación.

— Bueno, te voy a colgar —  dije.

Antes envíame un beso.

— Eso no — exclame.

Entonces cancelaré lo que tenía planeado. Tú decides — dice Alex, cruzando los brazos.

— O mejor me podrías decir qué tenías planeado — junta las manos.

Eso tendrás que descubrirlo más tarde — responde misteriosamente — Pero prometo que será divertido..

— Está bien, te llamaré más tarde para que me cuentes todos los detalles.

Perfecto, saludos a tu mamá...pero no olvides lo que te pedí — se acomoda el gorro.

La castaña le envía un beso volado y cuelga.

Salí de mi habitación y encontré a mamá jugando con Tilín.

— ¿Qué dice Alex? — preguntó mamá, levantando la vista del juego.

— Te envía saludos — respondí, acariciando a Tilín.

— ¿Piensa volver luego de graduarse?.

— Así es, aunque no sé exactamente la fecha — asegure.

Vi que mamá no se veía muy convencida, lo noté por su expresión, la conozco perfectamente.

— Desconfías de él, ¿verdad? — dije, captando sus dudas en el aire.

— ____..me gusta verte enamorada y todo — comenzó a hablar con sinceridad — Ya queda poco para que te gradúes... pero ¿y si a Alex se le presentan mejores oportunidades allá que aquí?"

No lo había pensado...

— Bueno, apenas estamos empezando a salir — comenté, tratando de calmar la situación.

— Está bien — asiente — Solo es una duda.

La sombra de lo que pasó con Diego pasó en mi mente, recordando el dolor y la traición que sentí al descubrir sus engaños. Fue un período oscuro, donde me sentí atrapada en una burbuja de tristeza y desconfianza. Samy, Roier y Osvaldo, se convirtieron en un apoyo constante, sacándome de mi cueva para que no dejara de asistir a clases, manteniéndome activa cuando todo lo demás parecía detenerse.

No se puede dejar de querer a alguien de la noche a la mañana. Se que mamá no quiere que me lastimen de nuevo, incluso en medio de nuestras diferencias. Aunque en aquel entonces discutíamos más de lo que hablábamos, ella nunca dudó en cuidarme día y noche.

𝐕𝐚𝐩𝐞 𝐆𝐢𝐫𝐥 | 𝐐𝐮𝐚𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora