30

3.5K 306 15
                                    

— Pensé que yo era la que tenía ojeras — Dice Rivers viendo a su amiga.

— En los últimos días solo dormí tres horas — conteste.

— No manches, te están sobreexplotado.

— En realidad..yo soy la que pido horas extra — confesé.

— Estás siendo dura contigo, entiendo que quieras irte ya de tu casa, pero también pones en riesgo a tu persona.

— No está tan mal.

— Te daría un zape, pero tienes suerte de que te quiera cabrona — rodea mis hombros con su brazo.

Fuimos directo a mi casa para pasar la tarde ahí, aunque en realidad era porque perdió las llaves de su casa.

— Hola chicas — saluda la mujer al verlas entrar.

— Buenas tardes señora — dice Samy amablemente.

— Llegan en un buen momento — abre el cajón de la mesa del recibido, de ella saca un sobre — Me llegaron esta mañana, te invito a mi boda.

— Claro — toma el sobre — ahí estaré.

— Vamos a estar arriba mamá — jalo del brazo a Rivers y la llevó a mi habitación.

— Oye pensé que la boda de tu mamá sería el año que viene — menciona.

— Todos pensábamos eso — abro el sobre y veo la invitación — ¿Vas a venir, verdad?

— Sip, que día es — me arrebata la invitación — sabes que no se podrá dar nada — la miro confundida — Ese día.....cumplo meses con mi mejor amigo.

— Tú novio — corregí.

— Si, eso — suspira — Nos vamos a Cancún, sabes que iría pero..

— Descuida — interrumpí —  Le preguntaré a Ari o a alguien más. Sabes que no me ilusiona ir, pero soy lo único que ella tiene ahora.

— ¿Y tus tías?.

— Están peleadas desde hace tiempo, la mayoría de invitados son amigos de los dos y la familia de el novio.

— Pues te doy la razón, ademas es solo un día.

Todo un día — recalque lo primeros.

En ese lapso de tiempo estuvimos platicando, escuchando música, viendo series, incluso me puse a hacer trabajos pendientes.

— Mira esto — su rostro parecía sorprendió — ¡Pero ya! — me hace una seña.

Camino hacia donde estaba sentada y me muestra en su teléfono.

— Yo también te quiero — Leí.

— Esto no — quita la notificación — Ahora si — vuelve a darme el teléfono.

Era una historia de Alex, en esa historia solo se mostraba sus zapatos junto a otros, que creo saber quien es.

— Este men ya está con novia y no nos dijo — habló Samy en tono de burla.

— Creo que se con quien está — me ve atentamente — Es que hace días me pidió que le dé su número a una chica que trabaja conmigo, el día que me encontré a Diego.

— Si me has dicho — asiente — Pero entonces ya deben haber hablado desde hace rato.

— Supongo..

— Me prestas tu baño? estos malditos cólicos me tienen harta.

Se levanta y va al baño de mi habitación. Me quedé viendo la historia por un buen rato. Ana no me había dicho nada sobre esto, él tampoco, aunque era evidente que iba a salir con ella, pero pensé que también me tenía la confianza de decirme que iban a tener una cita.

¿No se suponía que estaba apartado? Quiero creer que solo lo dijo de broma, pero si no es así sería algo malo para la otra persona.

— Todos vienen de la misma escuela — musité.

Apagué el teléfono con un suspiro de resignación y me dirigí hacia la mesa de noche. Abriendo el cajón, saqué el vape. Recordé que había prometido no usarlo demasiado, y hasta ahora había cumplido esa promesa. Sin embargo, pensé que una vez más no haría daño. Con esa excusa en mente, encendí el dispositivo y dejé que el vapor llenara la habitación.

Debo dejar de sobre pensar...

Era viernes por la mañana, había pedido permiso de no ir a trabajar porque acompañaría a mi madre a ver los vestidos de novia. A decir verdad, había algo positivo de esto. Ya no la veía bebiendo como antes. Es lo único bueno de esta situación, el resto ya es otro tema.

Ya le hicieron hecho varias pruebas de vestidos, no pensé que fuera tan difícil comprar un simple vestido.

— Este me encanta — La mujer se admira al espejo y toca con delicadeza los detalles del vestido.

— Si, muy bonito — hablé, y lo digo de verdad, el vestido era bastante lindo.

— Esos laxantes valieron la pena — empieza a reír y al ver que yo no hice lo mismo se detuvo — ¿Por qué estás tan seria? Ya mismo me caso y no quiero verte con esa cara de rancia.

— Pues tendrás que acostumbrarte — dije — ¿Crees que me agrada la idea de vivir con un hombre que no es de mi santa devoción?

— Y ya vas a volver con ese tema — rueda los ojos — si no te gusta te puedes ir, ya tienes 23 años, yo a esa edad ya te tuve e incluso nos independizamos.

— Crees que no lo estoy intentado? Por algo estoy todo el día trabajando — me mira con expresión de sorpresa — no lo sabias, viste.

— Pero tú tampoco me dices a donde vas — contraataca — Yo controlo mi vida, tú la tuya; si te vas no me voy a oponer — cruza los brazos.

No dije nada más porque la chica que nos estaba ayudando con los vestidos llegó y siguió haciendo las pruebas con los velos.

Ya me estoy sintiendo culpable por haber arruinado el momento feliz de mamá, creo que el deseo que siempre tuve desde niña fue verla así y se está cumpliendo. Analizando bien todo, prefiero que Emanuel la trate bien a ella, todo bien. Si yo no le agrade, es otro tema porque es mutuo.

Llegamos a casa y subí a mi habitación a preparar las cosas para cuando salga de la ducha. Mi teléfono sonó.

— Hola — conteste.

¿Por qué me contestas de forma tan fría? — dice en tono dramático — Además no me escribiste hoy.

— Pensé que estabas ocupado.

¿ocupado? Si hoy fue el día más aburrido, sobre todo porque no viniste a clases.

— Estaba buscando un vestido de novia.

¿Te vas a casar?!.

— Si..con Ivan — respondí.

Esta bien, si quieren yo puedo ser el padrino.

— No, ese será Carre.

Entonces el cura — prosiguió.

— Queremos la bendición, no lo contrario.

¿Tienes tiempo libre?.

— Si, pero ahora no quiero ver a nadie Alexis.

Ay, no te desquites conmigo chica vape ¿Quien te hizo enfadar?, para ir a reclamarle.

No necesito que nadie me defienda, cuídate — colgué .

Creo que si me pase un poco.

𝐕𝐚𝐩𝐞 𝐆𝐢𝐫𝐥 | 𝐐𝐮𝐚𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora