Capítulo 10

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Inhaló hasta retener lo suficiente en sus pulmones, aquella hierba era fuerte, calo tanto que podía sentir su garganta quemar, rápidamente expulsó el humo mientras tosía por el picor que sentía, dejó la pipa aún lado y controlo su tos, "Nadando" palmeó su espalda, retiro su mano y volvió a tomar la pipa para darle una nueva calada, terminando con esta para dejar la pipa aún lado del asiento, Gustabo comenzó a sentir una pesadez extenderse por su cuerpo, el efecto era bueno, pues se sentía liviano por momentos y bastante alegre.

—Joder, esa mierda estaba fuerte.

—Te dije que te quitaría los nervios. Ahora. . . Haz que esos 1,500 valgan la pena.

Aún mantenía su pasamontañas a la mitad de su rostro y con ello lo vio sonreír, era bastante atractiva y coqueta aquella sonrisa, sobre todo varonil, se inclinó hacia él y lo miro, el solo hizo un pequeño asentimiento, señal de que tenía permitido acercarse y unir sus labios en un lento beso, el sabor del labial de Gustabo se intercambio con la saliva de ambos, pudo sentir las grandes manos de su adverso posarse sobre sus muslos y descender a sus glúteos, los cuales fueron estrujados entre ellas, el rubio movió sus caderas generando un vaivén lento y una fricción entre sus pelvis.

Ambos se separaron del beso y la boca de "Nadando" se apresuró a ir a por el pálido cuello, remarcando la clavícula con su lengua mientras se ocupaba de desabrochar los pantalones rosados de su contrario, Gustabo ladeo el rostro, permitiendo que juguetearan con su cuello, estaba siendo despojado de sus pantalones y ayudó al contrario a quitárselos, levantándose mientras agachaba la cabeza para evitar golpearse con el techo, sus piernas sintieron frío y sabía que debía prepararse para lo que se aproximaba.

Nadando lo miro e introjudo su pulgar en su boca, presionando un poco su lengua.—Creo que entiendo el precio, eres bastante especial, nunca. . . Me había besado una prostituta.

No sabía si eran los efectos de aquella mierda que había fumado, pero se sentía ansioso, coloco las manos sobre los hombros del contrario y contorneo sus caderas sobre el regazo ajeno y sintió aquella dureza debajo de los pantalones negros, Nandando estaba encantado y alejó sus manos de su rostro para lamer dos de sus propios dedos y acercarlos a su parte trasera. Gustabo apretó las telas de las prendas negras en sus manos cuando sintió aquella zona ser palpada con las yemas de sus dedos fríos, estaban húmedos y se encajaban en su retaguardia lentamente, se relajo para poder recibirlos, Apoyándose en sus rodillas para elevarse un poco y permitir que su centro fuera maltratado por los dedos dentro de él.

Cerro los ojos, sintiendo su cabeza mareada, volvió a abrirlos para toparse con los de su adverso, aprovechando para besarle mientras sus azulados ojos se rodeaban de rojizo, notandose su estado. Los movimientos se detuvieron y escucho el ruido del cinto ser removido, levantó las caderas para recibir lo que pareciera ser apenas el glande, pero que era bastante grueso y dolía cuando se hundía en el, abriendo sus paredes tiernas para envolver el pedazo de carne, soltó un lento jadeo, bajando a su propio ritmo para acostumbrarse a la intromisión; Nadando acarició las delgadas y trabajadas caderas, separando los glúteos formados y apoyándose de estos para hacer bajar al rubio sobre el.

El beso de nuevo se cortó y Gustabo se permitió admirar el bulto en su vientre, mordió su labio inferior y comenzó lentas cabalgadas mientras se le escapaba leves gemidos, marco su placer mientras aumentaba el ritmo y subía y bajaba sobre la dureza dentro de él. Estaba concentrado, e ido por la droga que olvidó decirle a su cliente que debía usar preservativo y sobre todo, no recordó que había un tercero con ellos el cual esperaban, quien abrió la puerta abruptamente, haciéndole parar asustado.

—¡Jode' Nadando hijo puta! Te fuma' mi mielda y no me esperas. Más te vale que compaltas.

—Que si, que si. Sube y cierra la puerta joder.

Gustabo no entendía nada, ahora el otro sujeto estaba dentro con ellos y no sabía si continuar o bajarse del contrario, Xiaomi tomo la pipa y retiro su mascarilla para poner más cantidad y comenzar a fumar, tosió unas cuantas veces y la dejo aún lado, procedió a bajar su bragueta y sacar su virilidad, Gustabo miro confundido a su contrario y este solo suspiro, indicándole que se levantará y colocará sobre sus rodillas y se empinara hacia el otro, acato la orden y ahora entendió todo, miro a Xiaomi, quien le acarició los labios mientras esperaba que hiciera algo, su mirada viajo al miembro ajeno y procedió a tomarlo con su mano para estimularlo e introducirlo en su boca.

Lo retuvo un momento dentro, ya que estaba siendo penetrado por detrás también, no podía creerlo, estaba haciendo un puto trio en su primer día, ahora tenía que comerse a dos de una, continuo engullendo el trozo de carne en su boca, sus ojos azulados lagrimearon al sentir el empujó detrás de él y provocar que el glande del otro miembro torturara su garganta. A arcadas realizó un trabajo impecable, lo sabía, pues los jadeos roncos de ambos hombres resonaban en el auto, junto con el golpeteo de la pelvis del otro sobre sus glúteos y las succiones que generaba al estar concentrado en ocupar su boca.

Nunca había tenido una experiencia así, quizá era porque estaba drogado, pero la situación era bastante existante. Tenía manos por todo su cuerpo, las del sujeto de atrás estaban sobre sus muslos y caderas, las del sujeto de adelante, se paseaban por sus cabellos rubios y buscaban tocar su pecho acariciarlo y pellizcar sus pezones, comenzaba a sentirse cansado, no sabía cuánto tiempo duraría así, pero entendió que ambos querían apresurarse, pues cada embestida se hizo más ruda y rápida, sintió una mano rodearle su propio miembro y estimularlo, ocasionando que los espasmos se extendieran por todo su cuerpo y apretara su centro al llegar a su clímax y dejar escapar tiras de líquido blanco sobre el asiento.

Nadando salió de él y Xiaomi salió de su boca, pudo descansar y sentir sus piernas temblar, observo que Nadando era atento y se había colocado preservativo, aquello lo agradeció internamente, salió del coche sin decir una palabra y subió al asiento del piloto para encender el motor.

—Has lo que tengas que hacer, tenemos que irnos.

Miro a su contrario y este le tomo del mentón para besarlo, tomo su mano y la coloco sobre su hombría, entendió de inmediato y comenzó a masturbar lentamente, subiendo su ritmo conforme el beso se hacía más húmedo. Paso su mano por todo el falo, jugando con sus dedos resbaladizos sobre su glande y luego de unos segundos, finalmente llegó a su orgasmo, se separó de sus labios y se alejó para observar el desastre que era el auto y el hombre a su lado, el cual había ensuciado en asiento de enfrente, solo volvió a arreglar sus pantalones y también salió para cambiar su lugar por el del copiloto.

—Jode' que buen tlabajo, ¿Cuanto le vamo' a pagar?

Nadando miro a Gustabo por el retrovisor. —Dale 4,000.

Gustabo se sorprendió por la cantidad, era más de la que tenía planeada, estaba bastante satisfecho y contento, admitía que había valido la pena, comenzó a arreglar sus ropas de nuevo, vistiéndose rápidamente antes de que llegarán al Vanilla, observo a Xiaomi, quien le extendió los billetes y los tomo de inmediato, contando que la cantidad era correcta, estaba realmente agradecido de haber encontrado a ese par.

—Por cierto, Xiaomi. ¿Como va el tema de Conway?

Aquello llamo su atención y observó por la ventana, aún faltaba para llevar al Vanilla, por lo que aprovecharía para escuchar esa conversación.

—No tenemos nada, lo muchacho' han buscado, pelo solo hay un registro de un posible familial o una relación. Creo que que la segunda es más posible, sabemos que estuvo con una señolita.

Por ahí hay que empezar, si podemos joderlo con eso. El tema es que, resguarda muy bien su vida personal, pero si es posible que esté con alguien, Trucazo me dijo un par de cosas.

Su mirada se oscureció, incluso la respiración podía sentirla encontré contada, ¿Porqué se sorprendía? El mismo sabía que aquello siempre fue posible, pero tener la certeza de que sus sospechas eran ciertas, le dolía demasiado, miro por la ventanilla y sintió sus ojos llorar, agradecía que había llegado al Vanilla, pues se bajó de inmediato del coche sin mirar atrás y se perdió hasta entrar al establecimiento en donde se dirigió a un baño de servicio y cerró con pestillo, se recargo en el lavabo y se miro al espejo, el maquillaje de sus ojos se había corrido por las lágrimas, dejando líneas negras sobre sus mejillas, respiro de manera agitada y soltó todo lo que tenía guardado, lloro y grito hasta quedarse sin voz, no podía creerlo, realmente Conway estaba destrozando su vida.




























Remin

Amantes | Intenabo |  FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora