Se sentía cobarde en ese momento, cuando disparo a ese hombre, creyó que sus problemas se habían solucionado, pero no fue así, incrementaron más y su cabeza estaba hecha un lío, tenía tanto miedo y no quería regresar, ese hombre había mencionado verdades que había olvidado por completo, una de ellas era el hecho de que había cometido asesinatos, aunque Conway nunca hizo mención, el reconocía sus errores, también era cierto que se había convertido en un maldito adicto, le había hecho tanto daño a Conway por sus estúpidas acciones y solo quería morir, se odiaba en esos instantes y después de que creyó que podía volver a los brazos de Conway, se perturbó así mismo con la imagen de su amado cuando asesino frente a su cara a su amigo.
Había encontrado un lugar bastante tranquilo, el agua que corría frente a sus ojos era relajante, podía cerrar los ojos y solo sentir el aroma de la tierra mojada, su cuerpo aún sufría el dolor del accidente en el auto y su brazo aún sangraba por la herida que dejó la bala, tenía su arma en mano y tanto deseo de usarla contra si mismo. Recordó su pasado, el momento cuando el y Conway se conocieron, las vivencias con sus viejos amigos y todo lo que había pasado hasta ahora, una sonrisa se fijó en su rostro, a pesar de todo, solo se arrepentía de una sola cosa y sería el no haber aprendido a soltar a Conway cuando pudo; si hubiese aprendido a olvidarlo, nada de esto hubiera pasado y quizá el seguiría en la mierda, pero al menos Conway no habría pasado por tanto.
—Gustabo. . .
Abrió los ojos cuando escucho esa voz, era tan grave y vibrante como la primera vez, se puso de pie y se giró para mirarlo. —Ni siquiera preguntaré como me encontraste.
—Tengo ese extraño efecto de encontrarte siempre.
—Yo lo llamaría de otra manera, creo que todos nuestros encuentros son, una putada. Siempre terminamos así, haciéndonos de palabras, para después volver a separarnos.
Conway poso la vista unos segundos en el arma que llevaba Gustabo, con cautela intento acercarse. —Te equivocas, siempre será un honor volver a encontrarme contigo, ¿Y sabes cuál es la diferencia? Que está vez no volveremos a separarnos.
—¿Por qué quieres esto? Apenas hace días en serio creí que yo siempre sería mejor que cualquier otra persona con la que estuvieras, pero es que ahora que lo pienso mejor, no es así. Conway, te he hecho la vida imposible desde que me conoces, sino fuera por mi, probablemente habrías hecho una vida con alguien más, el tema de ese tipo no se habría convertido en una putada tan grande y. . . No habrías presenciado la muerte de tus agentes.
—Gustabo, aunque nunca te hubiese conocido, las cosas habrían sido exactamente iguales, he presenciado mucha mierda en toda mi vida, lo de Roy nunca habría podido evitarlo, ambos cometimos errores y coño, yo no soy perfecto. No eres mejor que nadie y nadie es mejor que tú, pero si te puedo asegurar algo. . . No hay dos, como tú.
Gustabo sonrió y Conway casi creyó que había logrado tranquilizarlo, pero esa calma se esfumó cuando Gustabo apunto a su propia cabeza y lo miro rendido.
—Nadie podría ser tan imbécil como para llevar una vida de mierda como yo, quiero cumplir mi condena por haber matado a esos agentes, no merezco tu piedad y tampoco tu perdón.
—Eso no, eso no Gustabo. . . ¡No puedo enviarte a perpetua! No me hagas esto, hablemos en otro lugar, baja el arma por favor.
—Basta Jack. . . Deja de ser compasivo conmigo, mírame, ¡Mírame!
Conway lo miro fijamente a los ojos, le lastimaba tanto verlo llorar y en ese estado. —No me hagas esto, te lo ruego. . .
—No hay marcha atrás o es cárcel o me pegó un puto tiro, estoy lo suficientemente conciente en este momento, no hay drogas de por medio, lo haré sin dudar.
Conway se sentía tenso en su lugar, su respiración era irregular, sentía la presión en su pecho, si se acercaba Gustabo podía actuar contra si mismo, pero si se quedaba allí de pie, solo podía presenciarlo morir o tener la oportunidad de convencerlo de que volviera a su lado sin consecuencia, sabía que estaba obligado a arrestarlo y esconderlo, porque se negaba a verlo en la cárcel, no quería que pasara por ese infierno, ya había sufrido suficiente, le había causado daño y quería remediarlo. Con tranquilidad, soltó un suspiro y miro atento a su contrario.
—Gustabo, ¿Recuerdas cuando nos conocimos? Me suplicaste que no me fuera y yo te prometí que volvería por ti, lo cumplí. Ahora yo te suplico que no me hagas esto, he luchado por ti, me importa una puta mierda lo que hayas hecho en el pasado, ¡Me importa tres cojones! Te amo, te amo así y yo sé que tú me amas lo suficiente como para matarte en mi cara, tu no me harás esto, ¿Me equivoco?
Gustabo cerro los ojos al escuchar esas palabras y bajo lentamente el arma hasta dejarla cerca de su cuello. —¿Cómo puedes amar a una persona como yo? Aunque intentes olvidarlo, yo nunca podré hacerlo, siempre veré tu rostro decepcionado y tú sufrimiento en tus ojos, ¿Mentiras? ¿Qué dirás cuando te vean conmigo?
—Algo haremos, pero no tienes que recurrir a esto, yo--
La radio de Conway sonó, Gustabo podía escuchar lo que decían "Gustabo García fue quien estuvo involucrado en el atentado contra los agentes, tiene la orden de arrestarlo y llevarlo con nosotros.". Conway maldijo y arranco la radio, la tiró lejos de él y volvió a mirar a Gustabo, Se le estaban agotando las palabras a Conway y cuando creyó que podría convencerlo, solo se sentía más presionado.
Gustabo sonrió y miro a los ojos asustados de su amado. —No voy a permitir que pierdas tu honestidad y que te conviertas en un traidor por mi culpa. Prométeme una última cosa.
—No, no Gustabo. . .
—Promete que, intentarás seguir con tu vida y no vas a arruinarte por mi.
Conway negó y rompió en llanto. —¡Gustabo no por favor!
—Prometelo por favor.
Conway no podía seguir, intento avanzar hacia el, pero el ruido de coches llegar lo alarmó, se giró para notar que habían agentes armados llegando, saco su propia arma y apunto hacia ellos. —¡Largense! ¡Es una puta orden!
(...)
Un disparo sordo, más parecido a un estruendo, resonó en sus oídos, la carne siendo desecha por el impacto fue participe de la escena, el aroma de la sangre se esparció por el ambiente tranquilo y el ruido del agua corriendo por el río volvió a sonar de manera natural y tranquila, Jack Conway había dejado de vivir por 1 segundo, cuando sus oídos captaron el latir de su corazón y el pesar de su respiración, dejo de estar estático y sus ojos negros vidriosos y lastimeros, giraron lentamente hasta tener visión de lo que un día fue el amor de su vida, sus manos se debilitaron y dejo caer su arma, así como sus piernas que flaquearon y cayó de rodillas en la tierra seca.
Los agentes que habían irrumpido se miraron entre si, el trabajo estaba hecho y procedieron a retirarse. Volvió la soledad de esa montaña y cuando Jack se dió cuenta de lo que sucedió, sintió que su alma abandonaba su cuerpo, igual que un muerto arrastrándose en un mundo terrenal sin vida, se tiró al suelo y ensucio sus manos de tierra fértil, arrastró su cuerpo hasta quedar cubierto de polvo, sus manos tocaron la fría sangre de su amado y cuando llegó hasta el cuerpo inerte, intento articular una sola palabra, pero estás se quedaron ahogadas en su garganta.
Lo que un día pinto como un joven hermoso y feliz, ahora era una masa de carne de la mitad de la cabeza, tomo con cuidado su frío cuerpo y sintió como su camisa blanca se humedecia de la sangre que había derramado, abrazo el cuerpo con fuerza y su garganta decidió darle el impulso de gritar.
—¡Noo! ¡Gustabo! Gustabo no me dejes. . . ¡Maldita sea! Perdóname, perdóname por todo Gustabo, te amo. . .
Su garganta dolía y cada grito era más ronco que el anterior, había perdido una gran parte de su vida, Gustabo se había llevado junto a su vida todos sus buenos recuerdos y aunque no pudo decirlo, cumpliría con su última promesa, no rompería una más, no cometería el mismo error y aunque nunca podría entender el sufrimiento de su amado, sabía que al igual que el, se sentía presionado y necesitado de huir de todos los problemas que había pasado por un tonto error, quizá las cosas habrían sido diferentes si nunca le hubiese mentido, pero había algo que si reconocía, Gustabo a pesar de todo, le había dado los mejores momentos de su vida.
Remin
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Amantes | Intenabo | FINALIZADA
Fanfiction-Las promesas se rompen, ¿A qué si? Gustabo y Conway se reencuentran después de años, sus vidas habían cambiado, una mejor que la otra, pero nunca el amor que alguna vez se tuvieron. Gustabo tendrá que soportar vivir con el traumático día de su bo...