Final alterno 2/3

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3 años después

Conway nunca iba a acostumbrarse a dejar flores para Gustabo a ese lugar, era frío y nunca podría verlo esposado y siendo custodiado por otros, ambos habían pasado años duros, Gustabo fue condenado y aunque no había hecho las cosas solo, realmente no quería llevarse a Armando y a los demás chicos de por medio, porque sabía que se lo debía a Yun, sabía perfectamente lo triste que sería para él ser alejado de la persona que quiere y según en las visitas de Jack, esos dos no perdieron el tiempo. Durante ese lapso de tiempo, había aprendido mucho, entrado en tratamiento psicológico e ido a rehabilitación para superar su problema con las drogas, lo cual según el informe, dañaban considerablemente su mente hasta causarle impulsos de agresividad, entre otras cosas.

Su condena se había reducido por qué Michelle había declarado que fue Gustabo quien la salvó y su buen comportamiento, le habían ayudado a salir más rápido de esa prisión, a pesar de que todo había sido difícil, aprendió a sobrellevarlo con Jack, quien siempre en días de visita, lo esperaba y aquel día era especial, porque saldría finalmente. Su papeleo había terminado, le entregaron sus últimas pertenencias y después de despedirse de todos, las puertas se abrieron ante sus ojos y la luz del sol lo recibió, así como el aire fresco de la tarde y por supuesto, Jack Conway.

-¿Podrías apresurarte? Me hago más viejo aquí.

Gustabo sonrió y corrió hacia él, lanzándose a sus brazos para ser apresado en los ajenos. -¿Eso que veo es una cana?

-¿Y eso que veo es una arruga?

-¿Viniste por mi o a criticarme?

Conway lo miro con una sonrisa y tomo su mejilla con delicadeza, soltando un suspiro, finalmente estaban juntos. -Vamos a casa. . .

Ambos se tomaron de la mano y salieron de ese lugar, no querían volver allí y está vez, era para siempre. Jack condujo hasta su antiguo hogar, había regresado a vivir allí para remodelar todo y que fuera agradable para Gustabo, durante el trayecto no paro de ver de reojo al rubio, quien solo miraba por la ventana del coche hacia afuera, su rostro se veía tranquilo, incluso había una pequeña sonrisa en él, el brillo de su piel, cabello y ojos había regresado, Gustabo se veía vivo de nuevo y aunque habían cicatrices, eso nunca lo hizo menos atractivo.

Al llegar a casa, Gustabo estaba bastante contento al volver allí, exploró la casa y aunque no era idéntica a la primera vez que llegaron ahí, era más que suficiente para estar con Jack. El día que pasaron juntos por primera vez después de años lo habían dedicado a descansar, pero había algo que preocupaba a Conway y era el hecho de que Gustabo había cambiado demasiado.

Conforme los días pasaron, noto que su actitud arrebatada e hiperactiva se había esfumado y trajo consigo a un rubio callado, pensativo y serio, incluso si había música, el simplemente no hacia caso, no cantaba, tarareaba o bailaba, solo permanecía recostado en el sofá leyendo un libro, pasaba tiempo en su habitación admirando el cielo, salía al jardín y se sentaba a alimentar a los gatos callejeros que se colaban, los acariciaba y luego los miraba triste cuando estos se iban corriendo.

Jack soltó un suspiro, ya no podía seguir así, entendía que el tiempo ayudaba a sanar y a madurar, pero quería que Gustabo fuera él, haría lo que jamás pensó. Se puso de pie y puso una canción en específico, se giró hacia Gustabo quien lo miro confundido, pero no mencionó nada, sino hasta que Conway empezó a bailar y a cantar.

-. . . Looking in your eyes I see a paradise.

-¿Que cojones?. . .

-This love in my heart that I'm feeling for you. . .

Gustabo sonrió y dejo el libro que leía aún lado. -¿Te sientes bien, Conway?

-. . .Put your hand in my hand baby.

-Te has vuelto loco viejo, lo digo en serio.

Jack se acercó a Gustabo y extendió su mano hacia el, Gustabo soltó una carcajada y tomo la mano ajena, Jack lo atrajo hacia el y ahora ambos bailaban sin ningún tipo de coordinación, tampoco importaba mucho que su baile no era adecuado para la canción, simplemente se entregaron a la melodía y danzaron abrazados, riendo y cantando sin ningún impedimento alguno.

-Nothing's gonna stop us.

Nothing's gonna stop us now!

Jack no podía dejar de ver esa sonrisa y escucharlo reír mientras cantaba, realmente estaba por llorar de felicidad, finalmente tenía a Gustabo a su lado, habían sufrido toda su vida por el simple hecho de amarse, intentaron separarlos, hasta hacerlos pelear entre si, joderse y vivir desgracia tras desgracia, pero había algo que ellos no podían olvidar jamás y sería la promesa más fuerte que ambos se habían hecho y era la de amarse hasta que la muerte los separara, habían regresado a su hogar, al inicio de todo, cuando ambos eran dos simples jóvenes amándose bajo circunstancias que nunca miraron.

Gustabo aprendió tanto de Jack, como Jack de él y se conocían tanto, que el rubio sabía muy bien que ese hombre haría todo lo que estuviera en sus manos para verlo feliz, no hacía falta una boda, un anillo o un juramento en ningún templo, solo lo necesitaba a él y su palabra, era más sagrada que cualquier papel firmado por él.

-Gracias Jack.

-¿Por qué?

-Por que si cumpliste tu promesa.

Jack sonrió y apreso sus labios contra los suyos, Gustabo no dudo en corresponder su apasionado beso y lo abrazo con fuerza para unir sus cuerpos, la canción se fue terminando poco a poco hasta que solo quedó el ruido de sus labios chasquear por los húmedos besos que compartían, necesitarían más de una noche para recordarse cuánto se amaban, empezarían por el sofá y no sabían en dónde terminarían después, pero aquel momento era especial, porque finalmente estaban juntos.

Ambos se separaron de ese agitado beso y se miraron fijamente. -Eres terrible bailando. . .

-Y tu pronunciando, capullo. . .

-Viejo decrépito. . .

Conway soltó una suave risilla. -Te amo, no sabes cuánto te necesite.

-Lo sé, te amo Jack Conway.

Había recuperado por completo a Gustabo, finalmente, después de haberse dañado la vida, el destino les había regresado la dicha de volver a estar juntos y se prometía a si mismo, que nunca volvería a separarse de él y si eso pasará, prometía volver a encontrarlo. Gustabo se prometía a si mismo, no volver a dudar del amor de Jack, bajo ninguna circunstancia, estaba contento de tener a ese hombre a su lado, quien le había enseñado tras acciones lo que era amar de verdad.
































Remin

Amantes | Intenabo |  FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora