SUSURROS EN EL ALMA // KIVI

Julliard

Pov Chiara

Estaba nerviosa. Muy nerviosa

Hoy se sentía como el primer día del resto de mi vida. Seguramente no fuera así, pero dramática era un rato.

Todavía recordaba con ansiedad e ilusión el momento que recibí la carta de aceptación para estudiar el nuevo Máster en artes escénicas de Julliard.

Julliard era el conservatorio más prestigioso y conocido del mundo, solo los que verdaderamente derrochaban talento por sus poros, eran aceptados para continuar sus estudios en ella.

Este año habían anunciado un Máster de dos años en España, descubriéndolo como una experiencia sensorial en todos los sentidos. Apenas se sabía nada de las instalaciones ni el lugar. Era todo muy misterioso

Hacía una semana me había llegado un correo con la ubicación a la que tenía que ir el primer día. Al principio pensaba que era una broma, ya que aprovechando las herramientas de hoy, decidí meterme en el google maps, y donde debería haber unas instalaciones de lo más modernas, solo se veían árboles, tierra y agua.

-Chiara my dear, here we are- la suave voz de mi madre logró devolverme al mundo real.

Miré a mi alrededor, habíamos llegado a una especie de parking rodeado de naturaleza, parecía el típico aparcamiento que hay antes de empezar una ruta de senderismo, aunque era bastante más grande de lo esperado.

Eran las 9:30, todavía quedaba una hora para la clase de orientación, a pesar de ello, el parking estaba repleto de coches, mirara a dónde mirara sólo podía ver a futuros compañeros despedirse de sus familias entre abrazos y lágrimas contenidas.

Lucia a que nos íbamos a la guerra.

Salí del coche con cierto temor, cada paso que daba para alejarme de mi familia, era otro que me adentraba en la inminente soledad.

Mi padre sacaba las maletas del maletero mientras mis hermanos pequeños Joey y Jasmine se lanzaban contra mi cuerpo en un abrazo de nostalgia, me agaché para quedar más cerca de sus caritas y grabar en mis retinas las miradas de amor de mis dos hermanos.

-We love you sis- sollozó mi hermanito Joey, enjugándose los ojos de lágrimas.

No me había dado cuenta de que yo también estaba llorando hasta que Jasmin no me secó la cara con la manga de su jersey.

-Estamos muy orgullosos de ti pequeña. Disfruta de cada momento y empápate de la experiencia- mi padre me dió un beso en la sien visiblemente emocionado.

-This is just the beginning honey, you are going to shine like a star- añadió mi madre con una sonrisa emotiva. Los Oliver nos unimos en un último abrazo familiar que me dió la fuerza y el valor necesario para enfrentar esta nueva etapa de mi vida.

Cabe decir que soy medio inglesa. Mi madre era de Newcastle mientras mi padre de Menorca. De ahí que yo manejara un curioso lio de idiomas.

Cinco minutos después, ya me encontraba en la entrada del sendero a las instalaciones, enviando un último adiós con la mano mientras el coche de mis padres enfilaba el camino de salida.

Levanté la cabeza al cielo y respiré hondo, tratando de calmar los latidos que martilleaban en mi pecho con fuerza.

Nunca se me habían dado bien los primeros días.

-Tu puedes- me animé, mientras empezaba a andar por el serpenteante sendero.

El paraje era sin duda cautivador.

La luz del sol se filtraba entre las hojas, creando un juego de sombras danzantes en el suelo cubierto de hojas crujientes.

El aroma fresco de la vegetación llenaba el aire, y el murmullo de arroyos cercanos proporcionaba una sinfonía natural.