15 de Junio
Pov Chiara
Desde hacia un par de días notaba a la pelirroja rara. Y no sólo conmigo, si no que era un cambio general. Últimamente estábamos compartiendo muchas cosas, como parte de la nueva relación de amistad que veníamos contruyendo desde el paintball.
Pero ahora está ausente y parecía observar a su alrededor con un aire nostálgico que nunca le había visto. Muchas veces la pillaba mirándonos a todos detenidamente, con los ojos repletos de anhelo. Y no sólo nos miraba así a nosotros. También se quedaba la última para salir de las aulas, sus ojos parecían hacer fotos de su entorno, como si quisiera atesorar cada imagen.
No es que estuviera borde, ni seca, ni malhumorada. Simplemente estaba ida, pensativa...
Únicamente se distraía cuando quedábamos para practicar las diferentes secciones del campeonato. Al estar en la recta final, el máster había organizado lo que se llamaría "La Copa Julliard", se formaron seis grupos de ocho alumnos, el nuestro era "Los mamarrachos del bosque" obviamente nombrado por Julia.
El concurso consistía en superar diferentes desafíos; carreras en sacos de patatas, carreras sujetando un huevo con una cuchara en la boca, lanzamiento de huevo entre dos personas, partido de volley, salto de altura al río, y por último una carrera en canoa, que disputarían los dos equipos que llegaran a la final.
Estábamos todos en la zona del muelle practicando las diferentes disciplinas.
-Es la última caja de huevos que os doy, me vas a dejar tiesa la cocina- Nini, nuestro contacto en cocinas, nos había estado proveyendo huevos desde hacía un par de días.
-Muchas gracias reina, a ver si ya mañana podemos ir a la tienda y comprarlos nosotros- María cogió la caja con tres pares de docenas de huevos, para dejarla dónde ella y Ruslana practicaban.
-Ya os vale, porque ni una más-y se fue negando con la cabeza.
-A ver hermanita, recuerda que son huevos, no pelotas de tenis, lanzámelos con más delicadeza- le dijo la rubia a la pelirroja antes de ponerse a practicar el lanzamiento de huevo. La cosa era que tenían que hacerse tantos pases como fuera posible sin que se rompiera, hasta quedar las últimas en pie. Spoiler, no hacían más de dos, más que nada porque Ruslana estaba hecha una bruta y en vez de pasarlo, parecía querer estrellarlo en la cara de su hermana.
Por el otro lado, Julia practicaba la carrera con el huevo y la cuchara y spoiler, no daba más de tres pasos seguidos sin que se le cayera.
Harry por su parte entrenaba la carrera en saco y a decir verdad, era el único que me daba alguna esperanza de ganar una batalla.
Violeta, Juanjo y Martin se hacían pases con la pelota de Volley, a la espera de que me uniera a ellos para echar unas bolas. Pero estaba demasiado centrada en perfeccionar mi salto desde el trampolín improvisado que habían montado en el muelle.
-Yo creo que si doy un mortal desde aquí puede salir bien- grité desde el trampolín a la espera de una aprobación general.
Todos aceptaron encantados, sabiendo que eso podría darnos un punto extra ante el jurado, que no era otro que el profesorado del Máster.
Todos menos Violeta.
-Yo no lo veo eh- la pelirroja que se había acercado, me miraba desde abajo frunciendo el ceño.
-¿Por?
-Esta zona no es nada profunda- se tiró al agua para comprobar que efectivamente, el agua le llegaba a la altura del pecho- a ver si te vas a dar en la cabeza y te quedas tiesa a lo Javier Bardem en mar adentro- bromeó al final, pero se la veía su inquietud a kilómetros.
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SUSURROS EN EL ALMA // KIVI
FanfictionEn el prestigioso Master musical de la escuela Julliard, Chiara y Violeta, dos personalidades diametralmente opuestas, se ven obligadas a compartir habitación. ¿Aprenderán a quererse?