En un ático de Nueva York (+18)

3.4K 174 8
                                    

Cuando estaba a punto de llegar a casa, mi móvil vibró.

Casi se me da un infarto cuando lo sentí sonar en mi bolsillo. Con manos temblorosas lo cogí para descubrir que era un mensaje de Chiara.

"Date la vuelta"

Sentí el corazón empezar a latir desenfrenado en mi pecho mientras me giraba con lentitud...

Y entonces la vi.

A Kiki, mi Kiki

Con una sonrisa y una mirada de amor que me derritió entera.

Pov Violeta

-¿Kiki?- susurré tratando de converncerme de lo que veían mis ojos.

-Hola Vio, aquí estoy... como te prometí- suspiró con una sonrisa insegura al final. Los pocos metros que nos separaban se me hicieron enternos al correr hacia ella.

Chiara me esperaba con los brazos abiertos y los ojos empañados. Cuando nuestros cuerpos chocaron en un abrazo necesitado, sentí todo lo que me faltaba. Me sentí en casa.

Hundí mi cabeza en el hueco de su cuello, empezando llorar cuando noté su olor envolverme de nuevo. Supe que ella también lo hacia por los pequeños soniditos que hacia en mi oído.

La apreté contra mi con más fuerza, sintiendo la necesidad de fundirnos en una sola. Y sentí sus manos apretar mis caderas con más intensidad.

No sé cuanto tiempo estuvimos asi, me encontraba en una burbuja, mientras a nuestra alrededor pasaban personas a toda velocidad. Era como si el tiempo se hubiera parado en ese abrazo con sabor a anhelo y amor.

-Dios Chiara, no sabes lo mucho que te amo- susurré en su boca acunando sus mejillas con cariño. Ella cerró los ojos procesando mi confesión. Hacia demasiado que no se lo decía y había sido una auténtica tortura-Kiki- la llamé al verla con el mismo gesto después de unos segundos.

-Perdona- rió en mitad de un sollozo- no sabes lo mucho que necesitaba oír eso... - se mordió el labio de arriba- ha sido muy duro- confesó apartando la mirada.

Era consciente de que los últimos días del Máster se lo había hecho pasar putas. Y quise darme de cabezazos contra la pared. No reconocía a esa Violeta insegura, capaz de causarle tanto daño a la persona que más quería.

-Pues prepárate porque te lo pienso decir cada día del resto de mi vida- la volví a abrazar acogiendo su llanto de alivio junto al mío. A partir de ahora no me despegaría de ella.

-Yo también te amo con locura Vio- se separó para mirame con ojos claros, como dos ventanas abiertas al interior de lo más profundo de su alma.

-Ven aquí tonta- la atraje por la nuca hasta que nuestros labios se volvieron a encontrar en un beso lento pero húmedo, cargado de todo el amor que no nos habíamos podido demostrar en todo este tiempo. De una añoranza ahora perdida porque volvíamos a ser una sola.

El beso escaló a uno mucho más profundo y necesitado, cuando nuestras lenguas se encontraron. Los tirones de pelo se hicieron presentes a la vez que las caricias por todo el cuerpo.

Pero me daba igual estar en plena calle, lo unico que necesitaba era volver a sentir sus caricias en mi boca.

Que le dieran por culo al mundo.

Por fin podía volver a respirar.

Pero el universo tenía otros planes, pronto se desató una lluvia torrencial de la nada que nos hizo separarnos de golpe. Aquí pasaba mucho, de un momento a otro caía la del pulpo, y a los cinco minutos de vuelta al sol

SUSURROS EN EL ALMA // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora