Nueva York

2K 167 13
                                    

Pov Violeta

Después de una vuelo de ocho horazas, en las que había estado con el corazón encogido cada minuto, y en el que intenté sumergirme en Avatar 2, interestellar y Origen para intentar evadirme del dolor sin mucho éxito, al fin aterrizamos en el JFK.

Harry estaba fresco como una lechuga, total, se había tirado todo el vuelo roncando a mi lado después de que le pidiese que me dejara un poco a mi aire. Yo al contrario tenía unas ojeras redondas como una plaza de toros.

Y lo primero que me encuentro al pisar suelo americano, es una avalancha de chicas con mirada de locas, avalanzarse sobre mi acompañante.

-Harry, I love you.

-Harry please can I take a picture with you?.

-Harry please, sign me a titty- una de las chicas se bajó la pechera de su camiseta poniendo las tetas en la cara de Harry.

-Pero bueno, serás desvergonzada- tuve que intervenir alejándola del chico, que se veía bastante agobiado.

-Girls, please stay calm, I will listen to all of you, but keep a bit of order- las palabras sosegadas de Harry lograron calmar a la horda de chicas que revoloteaban a su alrededor. Haciendo una fila ordenada fueron pasando una a una, durante casi media hora para conseguir algo del chico.

Cuando se hizo la foto con la última chica, lo arrastré rápidamente en dirección al taxi que había pedido durante la sesión de fotos.

-¿Pero tu quién eres? ¿Porque se te abalanzan las tías como si fueras una estrella del rock?- estaba flipando en colorines.

-Te dije que estuve en un grupo de música...- se encogió de hombros con desinterés cuando se sentó a mi lado.

-Bueno ya, pero no pensaba que fueras a ser tan famoso- cuando lo conocí no me dio por buscarlo en redes ni Internet, y eso fue exactamente lo que hice cuando el taxi se puso en marcha.

-No es para tanto- hizo un gesto con la mano restando interés al asunto. Me hacía gracia que le quitara peso a la situación, cuando literalmente se le acababan de abalanzar cincuenta chicas por la cara.

-Pero si tienes casi cincuenta millones de seguidores en instagram- le puse el móvil en la cara y el rió al ver mi expresión de auténtica perplejidad.

-Vio, tranquila, sólo soy yo, Harry, tu amigo- apartó el móvil con suavidad dedicándome esa encantadora mirada amable.

-No si ya... es sólo que ahora me siento un poco... no sé, yo no tengo ni mil seguidores...- de repente me sentía completamente inferior a mi compañero.

-Eso da igual, ni los seguidores, ni los likes, ni los fans, miden la valía de una persona, y tú tienes tanto valor en tu cuerpo que It comes out of your pores.

Me abrazó con cariño, y yo me dejé apoyar por su fibrado cuerpo la media hora que duró el viaje hasta nuestro apartamento.

La organización nos había alquilado un piso en pleno Manhattan. Si lo mirábamos desde esa perspectiva, era una oportunidad de oro. Nos conseguían un trabajo casi imposible y encima nos pagaban el alquiler de un apartamento en pleno midtown, que barato precisamente no era.

-Uy madre mía lo que huele aquí a porro Jezú- murmuré algo desconcertada. Siempre pensé que mi primera bocanada de aire en aquella ciudad se asemejaría a respirar éxito, frescor, vida...a algo parecido al suelo americano, pero en cambio, un fuerte olor a marihuana inundó mus fosas nasales haciéndome arrugar la nariz.

-Te acostumbraras, aquí siempre huele a porro- carcajeó el chico.

-Miralo, viene de ahí- señalé a un policía negro y con varios kilos de más, apoyado en su coche patrulla y sujetando un porro más grande que mi cabeza.

SUSURROS EN EL ALMA // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora