SUSURROS EN EL ALMA // KIVI

GYMKANA

Domingo, principios de octubre.

POV CHIARA.

Ya habían pasado tres semanas desde que empezó el Master. Y no podía estar más feliz.

Me sentía en sincronía con casi todos los compañeros, ya no solo compartía buenos momentos con las cinco iniciales si no que mantenía conversaciones agradables con muchos más.

Ese era un gran paso para mí acostumbrada a pasar desapercibida, en este lugar mágico mi caparazón se abría poco a poco dejándome conocer a la vez que lo hacía yo con el resto.

Salvo la innombrable que me seguía haciendo la vida imposible bajo las sombras, el resto era tan bonito que lograba eclipsar aquellos malos tragos.

Además la dinámica del Máster era tan única que realmente ninguno sentía estrés por sacarlo adelante con buenas calificaciones. No había exámenes en ninguna asignatura.

Aquí se valoraban a la par, talento y esfuerzo en retos que nos impulsaban a dar lo mejor de nosotros.

Y lo más especial para mí es que iban a integrar todas las disciplinas en diferentes actuaciones en las que se valoraba a todos en conjunto y a cada uno de forma individual.

Todavía no habíamos hecho ninguna, pero ya estaban a la vuelta de la esquina.

Además todos los fines de semana como no podíamos abandonar las instalaciones nos planteaban juegos y diferentes actividades para despejarnos e inspirarnos.

La de hoy era una Gymkana en la que el equipo ganador disfrutaría de un expectante premio.

Estas actividades eran de participación voluntaria y mientras unos decidimos participar en la gymcana otros se dedicaban a disfrutar su tiempo libre aprovechando las diversas instalaciones del lugar, como la piscina climatizada, el parque multiaventura, tiro con arco, pesca, paseo por el río en barca o equitación.

Desde luego habían tirado la casa por la ventana con este Máster. Se notaba la pasta en cada matiz.

De entre los cincuenta alumnos que eramos, veinticinco estábamos dispuestos a luchar con uñas y dientes por ese sabroso premio que ofrecían al ganador de la Gymkana.

-Muy bien chicos, cada vez más rápido eh- dijo Noemi tras ver que se habían formado los grupos de cinco en un momento- cada equipo recibirá dos mapas que llevan a dos localizaciones secretas, allí encontraréis la mitad de un mapa que os llevará al tesoro, el primer equipo que logre abrir el cofre será el ganador- hasta la fecha esta era la actividad que más ganas tenía de hacer- pues nada coged las bolsas con los mapas y cuando estéis todos listos podéis empezar- Julia fue la encargada de pillar nuestra bolsa.

Dentro había dos mapas, uno señalaba una cruz al borde del río y en el otro la "x" estaba muy adentrada en el bosque.

-Yo me pido ir al río- se animó rápidamente Maria.

-Y yo

-Yo también

Ruslana y Julia se unieron a ella en cuestión de segundos, dejándonos a Violeta y a mi la tarea de llegar al lugar en el bosque.

-Que cabronas habéis cogido el más corto- se quejó Violeta comparando las distancias a recorrer entre los dos mapas.

-Hombre claro cariño, hay que estar rápidas, bastante tengo ya con las clases de fitness- a la rubia le faltaba ponerse a hacer volteretas de la emoción.

-Di que si Mari, que hay que guardar fuerzas- Julia le paso un brazo por el hombro.

-A ver- le arrebaté el mapa a Violeta descubriendo que habría casi dos kilómetros de diferencia entre ambas rutas- Joe que pringadas Vio- dije arrepentida de no haber sido más rápida.