Adios

2K 117 31
                                    

Pov Chiara

Una repentina sensación de frescor me invadió por completo, haciendo que despertara antes de lo deseado. Busqué a la pelirroja esperando encontrarla dormida a mi lado, pero no estaba.

Los primeros trazos rosados del amanecer se colaban por la ventana mientras esperaba a Violeta pacientemente sentada en el colchón.

Me moría por darle un beso, aunque sólo fuera uno antes de volvernos a dormir. Eran las ocho de la mañana, y al habernos acostado tan tarde sentía como los párpados me pesaban, pero quería esperar despierta a que volviera. Seguramente se había levantado para ir al baño.

Al cabo de unos minutos sin señales de vida, me empecé a mosquear.

-¿Vio?- la busqué por todo el bungalow, incluso salí fuera, esperando encontrarla en el porche con su mirada bohemia viendo el amanecer, como tantas otra veces.

Pero al descubrir que no estaba, empecé a sentir esa familiar opresión en el pecho que me acompañaba desde hacía un par de semanas.

¿Y si se ha arrepentido?

Toda duda se desvaneció en cuanto vi una carta perfectamente colocada sobre la mesa de uno de los escritorios.

La cogí con manos temblorosas reconociendo su letra al instante. Las dudas fueron sustituidas por el más puro de los temores. Algo no iba bien, y que me escribiera una carta no hacía más que incrementar esa sensación.



Hola Kiki, soy Vivi

Cuando despiertes y encuentres esta carta, ya estaré lejos. No tengo palabras para describir cuanto me duele no haberme despedido en persona, pero por favor entiéndeme. La decisión que he tomado no ha sido fácil, y la única forma en que podía reunir el valor para hacerlo era escribiéndote.

Anoche fue mágica para mi, espero que para ti también lo fuera. Después de todo lo que hemos pasado, esa última noche juntas significó más de lo que puedo expresar con palabras. No sólo fue un reencuentro, sino, una reafirmación del amor que siempre ha existido entre nosotras, a pesar de los altibajos. Cada risa, cada susurro y cada caricia compartida contigo es un tesoro que llevaré siempre en mi corazón.

Chiara, quiero que sepas que siempre serás la persona más especial de mi vida. Todo lo que hemos vivido ha moldeado quien soy, y por eso te estaré eternamente agradecida. Me has enseñado a vivir la vida a través de tus ojos, y ojalá pudiera hacerlo así siempre. Se que nuestra ruptura fue difícil, pero nunca dejé de pensar en ti y en lo que significas para mí, aunque te haya demostrado todo lo contrario. Quiero que sepas que cuanto peor te he tratado, ha sido cuando más te he querido, pero era mi forma de protegerme.

Ahora me enfrento a una nueva etapa, una oportunidad que no puedo dejar pasar. Se que esto será un shock pero estoy siguiendo un sueño que he tenido desde hace mucho tiempo. Hace unos días Noemi me ofreció la posibilidad de trabajar en el musical de Chicago en Nueva York, y eso es algo que no puedo rechazar, por mucho que eso implique alejarme de ti.

Por favor, entiende que no podía decírtelo en persona. Se que seguramente te habrías alegrado por mi, te conozco, pero tampoco quería ver el dolor en tus ojos ni sentir el peso de nuestra despedida mientras intentaba ser valiente. Espero que puedas entenderme y perdonarme por esto.

Aunque las distancia nos separé físicamente, nuestro vínculo es mucho más fuerte que los kilómetros. Espero con ansias el día en que puedas venir a visitarme, y podamos explorar juntas Nueva York, como tanto hemos planeado.

Cuidate mucho Kiki, y no olvides que siempre te llevaré en mi corazón. Esta no es una despedida definitiva, sino el comienzo de una nueva aventura, que espero algún día, podamos compartir.

SUSURROS EN EL ALMA // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora