Pov Chiara
28 de diciembre 3:21 am
Desperté con un sobresalto repentino, sintiendo como un frío inusual penetraba en mi cuerpo. Mientras mis párpados se abrían con esfuerzo, pude distinguir la silueta adormilada de Violeta que descansaba sobre mi pecho con uno de sus brazos rodeando mi cintura. Se estremecío ligeramente a mi lado, despertando al compás del sonido monótono del castañeteo de mis dientes.
-Hostia que frio hace ¿no?- comentó abrazándose aún más a mi cuerpo. Algo que agradecí porque notaba el frio calar mis huesos con ferocidad.
-Voy a ver si se ha apagado la calefacción-me tomé unos segundos de preparación antes de salir del cobijo de la cama. Fuera de la protección de las mantas me di cuenta de que parecía que estábamos a interperie por culpa del aire helado que se colaba por las rendijas de la ventana- comprobé como efectivamente el radiador no estaba funcionando, probé a girar la rosca y nada- Joder se ha roto- bufé antes de ir corriendo a la cama para intentar recuperar algo de calor bajo las mantas.
-Pues de puta madre. ¿Que hacemos?- Violeta empezó a temblar a mi lado. La abracé tratando de darle calor.
-Voy a coger las mantas de mi cama- me levanté con rapidez arrancando todo lo que pudiera darnos algo de calor y volví rápidamente con ella con dos mantas y dos colchas encima.
-Pufff mañana mismo voy a hablar con el de mantenimiento, se va a enterar- estaba cabreada. Como buena andaluza, llevaba muy mal el frío. Yo por el contrario al ser de Inglaterra estaba más adaptada.
Pero aún así, hacia un frio de cojones, estábamos a dos grados bajo cero fuera y sin calefacción, dentro del bungalow no deberíamos estar a mucho más.
Nuestros cuerpos, abrazados bajo las mantas, luchaban por conservar un mínimo de calor. Me fijé como cada suspiro de Violeta se transformaba en una nube de vapor helado, y el simple acto de moverse se volvía una prueba de resistencia contra el frío que nos rodeaba.
-Dios Kiki abrázame fuerte- suplicó entrelazando nuestras piernas para conseguir un minimo de calidez.
Cumplí sus órdenes y mientras frotaba su espalda con mis manos, ella frotaba sus pies contra los míos.
-Venga Vio duérmete- su cuerpo tiritando me indicó que iba a ser difícil.
Ese mismo día, 12:12 pm
Violeta entró al bungalow dando un portazo, abrió la boca para hablar pero la corté.
-Hora espejo, pide un deseo- cerró los ojos mientras inhalaba y exhalaba buscando una chispa de serenidad- ya pues poner al de mantenimiento de vuelta y media- dije advirtiendo sus intenciones.
-¡Este tío es un vago!¡No va y me dice...!
-Babe stay calm please- estába a apunto de echar espumarajos por la boca.
-Puff no Kiki, que me dice el muy sinvergüenza que tiene mucho trabajo y que si eso a lo largo de la tarde se pasa- soltó hirviendo en rabia- y mientras nosotras aquí, que paremos dos esquimales en el Ártico.
Me acerqué a ella y frotando sus brazos conseguí que se calmara un poco. La falta de sueño había provocado dos sobras negras bajo sus ojos.
-Si no tiene nada que hacer, literalmente no hay nadie. Me lo he encontrado viendo un partido de badminton con unos quicos...
-¿Quien coño se ve eso?
-Pues alguien con muchísimo tiempo libre. Y nosotras aquí con los abrigos puestos dentro de casa... es que menuda incompetencia macho y que falta de empatia. Casi me muero de una hipotermia esta noche- se estaba volviendo a calentar.
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SUSURROS EN EL ALMA // KIVI
Hayran KurguEn el prestigioso Master musical de la escuela Julliard, Chiara y Violeta, dos personalidades diametralmente opuestas, se ven obligadas a compartir habitación. ¿Aprenderán a quererse?