Ema que intuía el sentir y el pensar de su esposo, se apresuró a calmar sus inquietudes.
- Claro que no mi amor, escucha, tú eres un hombre muy racional y lo único que puedo decirte es que, confíes en tu instinto, yo confío en el
- De verdad?
- Por supuesto, tú eres un hombre increíblemente intuitivo, no se me olvida que fuiste el único que sospechó de Ambrosetti desde el primer momento en que lo viste
- Es exactamente el mismo sentimiento con este Kings, sentí algo en la forma en que miró a Hally
- Entonces no lo dejes pasar, por favor amor, protege a mi tía y a Noah
- No lo dudes ni por un segundo
- Matt, te amo y soy muy feliz contigo, nuestros hijos y demás familia, no permitas que nos hagan daño
- Eso no pasará amor, te prometo estar atento y averiguaré si este Kings es amigo o enemigo
- Ok, pero eso será mañana, hoy solo enfócate en mí
- ...!
- Ya llegamos... Mira eso
- Qué?
- Las luces en las habitaciones de nuestros hijos
- ...? No hay luces
- Exacto, significa que están dormidos
- Y?
- Y... si no estás cansado, tú y yo podríamos...
Justo en ese instante el auto se detenía frente a la puerta de la casa y Matt sin dejar terminar de hablar a su mujer, abrió la puerta y se bajó, la tomó de la mano y la ayudó a bajar, una vez que entraron a la casa, la arrinconó contra la puerta y la besó como si quisiera devorarla por completo, cuando sintió que ya no podía esperar, la tomó en sus brazos y la cargo escaleras arriba y entrando a su habitación quiso depositarla en la cama, pero notó algo extraño en ella, así que se detuvo y encendiendo la luz de la lámpara de mesa, vio a sus tres hijos acostados en la enorme cama de la pareja, completamente dormidos.
- Qué rayos hacen estos mocosos aquí?
- Jejeje, lo siento cariño creo que se nos arruinó el plan
- A no! Yo así no me quedo
- Adonde me llevas?
- Sshhiii, guarda silencio, no los despiertes
Matt apagó la luz y salió de la habitación con su mujer en sus brazos y la llevó a una de las habitaciones de huéspedes mientras ella se cubría la boca para no reír a carcajadas al ver la expresión de su esposo, al descubrir a los tres niños en su cama.
- Te estás burlando de mi?
- Nou... jajaja
- Ay Ema, creo que quieres ser castigada
- ...?
- Por qué te quedas callada?
- Uh! No se, quizá por que quiero ser castigada?
- ...!
Una enorme sonrisa se dibujó en la cara del hombre, pues sabía que cuando Ema lo incitaba, la noche se volvía excitante y ambos lo disfrutaban como locos. La depositó en la cama y regresó a la puerta a poner el seguro, bajo la atenta y excitada mirada de su mujer, que mordía su labio inferior, sabiendo que eso enloquecía más a su hombre.
ESTÁS LEYENDO
Si me dices que me amas
RomanceLa segunda generación de la tribu creció y con ellos llegaron nuevas alegrías , tristezas, amores, desamores y el peligro de un pasado que amenazaba con regresar para destruir su armonía y felicidad, pero sobre todo amenazaba las vidas de sus miembr...