Si me dices que me amas

Capítulo 94 Déjame salvarte

- Señor Kings, por favor señor

Al escuchar el apellido de su padre Lindsey se alejó tan rápido como pudo de Noah, pero su padre ya había visto la cercanía entre la pareja y aunque no dijo nada, la sola expresión en el rostro del hombre les hizo saber a ambos que estaba furioso. Noah le hizo una señal con la mano a Shein y este se retiró de inmediato.

Noah miró a Kings con ojos inquisidores, pero la expresión de Kings no varió, así que Noah decidió hablar primero.

- Bradley que te trae por aquí y por qué entras de semejante manera en mi oficina?

- Me disculpo por mí falta de modales, necesito con urgencia hablar con la señorita Carusso

- Co... conmigo?

- Hay otra señorita Carusso?

- ...!

- Que pasa Bradley? Por qué le hablas así a Lindsey?

- Por qué es mi hija y si ella hace algo mal, debo corregirla

- ...!

Las expresiones de sorpresa en el rostro de Lindsey y Noah eran iguales, ninguno se espero que el hombre hiciera ésta revelación y menos enfrente de Noah Liang.

- Qué dijiste?

- Lo que escuchaste Noah, Lindsey Carusso es en realidad Lindsey Kings, mi hija. O debería decir Lindsey D'Luca?

- ...?

- Papá!

- Noah, esta niña solo se acercó a ti para seducirte y hacer que te separe de tu esposa, por órdenes de su madre, Jovanna Carusso

- ...?

- Papá cállate!

- Tú cállate, jamás fui lo suficientemente estricto como para apartarte de esa perra de Jovanna, que solo te usa para sus estúpidos planes de venganza

- Qué estás diciendo?

- Qué esa maldita no te ama, jamás lo hizo y jamás lo hará y perdóname si te parezco cruel, pero ya no seré un simple espectador viendo desde lejos como te hundes junto a esa maldita. Eres mi hija y te amo

- Tú no eres mi padre!!!

- Si lo soy! Cuando tu padre biológico te puso en mis brazos con tan solo un mes de nacida, yo me convertí en tu padre, o es que acaso recuerdas a alguien distinto a mi sentado junto a tu cama cuando tenías fiebre, fue esa bruja de Jovanna a alguno de tus recitales o al festejo del día de las madres? no! Era yo quien siempre estaba en primera fila, animándote y aplaudiendo lo más fuerte que podía, yo llevaba y vendía los pasteles y galletas en tu escuela, yo te enseñé a montar en bicicleta, te llevé a la ginecóloga para que te explicara sobre tu periodo y el uso de las toallas higiénicas... yo soy tu padre y te amo y no quiero que esa mujer te destruya

A medida que el hombre hablaba, sus ojos se iban poblando de lágrimas y su voz se iba apangando. Noah por su parte no podía creer lo que escuchaba, pero no interrumpió el momento de padre e hija y se limitó a escuchar.

- No sé que es lo que Jovanna pretende, pero nada de lo que te ha dicho es verdad...

- Tú no sabes nada