- Listo, princesa Lindsey... ya puede tomar su lugar
- ...! Planeaste esto cierto?
- Nou!
- ... Mentiroso
- Jajaja olvida eso y disfruta la comida, esta caliente aún
- Seguramente traes a todas tus conquistas a este lugar
- Jamás traería una cita a este lugar, no es para nada romántico
- ...? Pero me trajiste aquí
- Porque me dejaste claro que no es una cita
- ... Buen punto
- Jajajaja deja de ser desconfiada y come, estás demasiado delgada
- ...! Quieres engordarme?
- No, pero unas cuatro o cinco libritas más te harían ver mejor
- ...!
- Jajajaja estoy bromeando. Eres demasiado hermosa tal cual eres
- Me estás coqueteando?
- Por qué, no lo hago bien?
- ...? No lo sé
- Cómo que no lo sabes?
- Jamás me han coqueteado
- ...! Donde has vivido toda tu vida, en un monasterio?
- Sabes que a veces no entiendo lo que dices?
- Solo así me explico que ningún chico te haya coqueteado, solo mírate, tus ojos son tan lindos, tus labios son...
- ...
- Aahhh olvídalo
- ...? Qué significa eso?
- Eres tan linda que me inquieta detallarte, así que dejémoslo así, no quiero que te asustes y me alejes
- ...
Lindsey guardó silencio, en su rostro se notó un poco de decepción pero trató de disimularlo. Le gustaba escuchar a Rayan alagándola y coqueteándole, porque jamás había tenido una experiencia así, se acostumbró tanto a seducir a los hombres que su madre le escogía, que cuando le gustaba de verdad un hombre, igual lo seducía o al menos lo intentaba porque eso era lo que había aprendido, sin embargo, con Rayan era completamente diferente, el chico era guapo, divertido y era obvio que ella le gustaba, pero y si él solo estaba pasando el rato? Podría soportar su corazón una nueva decepción? Quería intentarlo, pero el miedo seguía latiendo tan fuerte en su pecho y decidió olvidarse del asunto. Se sentía cansada de verse como una mujer fácil frente a los hombres que ya no tenía confianza en sí misma, no se sentía segura de que un chico tan guapo como Rayan se pudiera enamorar realmente de ella.
- Ey! Qué pasa bonita, te sientes incómoda?
- No! Estoy bien, solo saboreo la comida
- Verdad que es deliciosa?
- Mucho... desde cuándo frecuentas el hospital y te vistes de payasito?
- Desde hace doce años. Mi mejor amigo, tenía un hermano menor... a los siete años le detectaron cáncer de estómago y pasó mucho tiempo hospitalizado. Muchas veces lo acompañé a visitarlo y veía la tristeza en el rostro de todos los niños en la sala y de ahí me surgió la idea
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Si me dices que me amas
Roman d'amourLa segunda generación de la tribu creció y con ellos llegaron nuevas alegrías , tristezas, amores, desamores y el peligro de un pasado que amenazaba con regresar para destruir su armonía y felicidad, pero sobre todo amenazaba las vidas de sus miembr...