Capítulo 133 Casémonos!

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Después de unos minutos encontró lo que buscaba y de pie frente a las frías lápidas de mármol donde yacían los restos de sus padre, leyó los epitafios en cada lápida y las lágrimas no se hicieron esperar.

"Amelia Winter, esposa tierna, madre amorosa y mujer extraordinaria. No importa el tiempo, al final volveré a ti para seguirte amando."

Mel sabía que su padre adoraba a su madre, siempre los pillaba dándose besos tiernos y acariciándose de manera inocente, las miradas que se dedicaban y la sonrisa brillante en sus rostros cuando el volvía a casa y ella lo recibía tomando su abrigo. Ella anhelaba eso para ella y Andrew, pero todo le hacía creer que eso no era posible.

Sabía que su padre había escrito ese epitafio para su madre, pero el de su padre, quien lo escribió? Seguramente Barry Williams por lo que decía en éste.

"Alister Winter, Esposo amoroso, padre abnegado y amigo leal, iluminaste el mundo en tu pasó por el, que Dios te reciba en su gloria y puedas disfrutar del paraíso junto a tu amada Amelia."

Las lágrimas seguían cayendo como cascadas por sus mejillas, quería gritar su tristeza y resentimiento que hasta entonces no sabía que sentía

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Las lágrimas seguían cayendo como cascadas por sus mejillas, quería gritar su tristeza y resentimiento que hasta entonces no sabía que sentía. Melanie estba resentida con la vida por haberle hecho vivir un infierno, primero le quitó a su madre y luego a su padre dejándola a merced de ese maldito infeliz que le destrozó la vida y cuando no pudo soportar los temblores de su cuerpo se dejó caer de rodillas en medio de las dos tumbas.

La débil voz de la joven, quebrada por el dolor y la tristeza parecía un murmullo de viento preguntando por qué tenía que ser así. Por qué aún después de muerto Adam Garlan tenía que seguirle destrozando la vida y robándole la felicidad. El cuerpo de Mel se sobresaltó al sentir unos brazos fuertes que la rodearon por los hombros, quiso levantarse de inmediato pensando que la querían lastimarla pero al escuchar la penetrante y conocida voz de barítono de Jake, cerró sus ojos y continuó llorando un rato más.

- Sabía que estarías aquí

- ...! Snf...

- No temas, no estás sola, estoy aquí... llora Mel, libera tu corazón de tanto dolor, solo así podrás comenzar de nuevo y ser feliz, verdaderamente feliz, con Amelia y los que te amamos

- Snf

Arrodillado tras ella la meció en sus brazos hasta que ella se tranquilizó y una vez tranquila, ambos se sentaron en las lápidas uno frente al otro.

- Cómo supiste que estaba aquí?

- Andrew fue a tu casa y al no encontrarte me llamó

- Te contó?

- No hubo necesidad

Mel bajó la cabeza con la vergüenza dibujada en su rostro, se retorció las manos con un poco de ansiedad y Jake la tomó de ellas para hacerle saber que no debía avergonzarse.

Si me dices que me amas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora