Capítulo 53 Solo puedes ser tú

13 3 0
                                    



Melanie se soltó del agarre de Andrew, intentando salir de la suite y su rostro más rojo que un tomate y su respiración agitada, enloquecieron más al hombre que se negaba a dejarla ir. Andrew volvió a tomarla de la cintura y la pegó a su cuerpo, Melanie temblaba, tenía miedo, la cercanía de Andrew la alteraba de una manera que ella no entendía, pero le gustaba y era eso lo que le asustaba. Las lágrimas en el rostro de la pequeña empezaron a salir sin control, estaba confundida, sin saber que hacer, ni que decir y Andrew se sintió desesperado y tomando su rostro con ambas manos le habló casi en murmullo, rozando sus labios.

- No llores por favor, no te haré daño... mírame... Melanie mírame, desde aquel día que tropezamos en el restaurante, no puedo dejar de pensar en ti, por favor no te vayas, necesito que me permitas conocerte

- Por... por qué?

- Me enamoré de ti, no puedo dejar de pensar en tus hermosos ojos, tu boca, tu dulce sonrisa... Dios, eres preciosa

- ...!

La mirada de Melanie permanecía fija en los ojos de Andrew, su corazón latía más rápido con cada palabra que él le decía, pero los golpes en la puerta se hicieron tan fuertes que parecía que iban a derribarla, así que Melanie sin decir nada, abrió la puerta y frente a ella aparecieron los dos escoltas, que al verla llorando, sacaron sus armas de inmediato.

- Señora Williams, se encuentra bien?

- Sí, si yo...

- Estos hombres le hicieron dañó?

Al decir estas palabras, el escolta que parecía ser el jefe, apuntó a Andrew con su arma, mientras el otro hacia lo mismo con Mike. Melanie se asustó y explicándoles la situación, les pidió que guardaran sus armas.

- Señor Clark, por favor no haga eso, estos caballeros solo me ayudaron. Me sentí mal y quise regresar de inmediato a la suite, pero me desmayé al salir del ascensor y ellos me auxiliaron y me trajeron a su suite para cuidar de mí, por favor, guarden sus armas

- Pero usted está llorando

- Solo estoy sensible

- Segura?

- Completamente

- Ok. Entonces, gracias por su ayuda y disculpen si fuimos rudos

- Esta bien

- Señora, debe volver ahora

- Sí, ah señor Rees cuando me desmayé su teléfono cayó de mi mano y se rompió, aunque aún funciona, asumiré el costo de los daños

- No se preocupe, mi señora, el señor Williams se hará cargo

- ... Ok.

- Debemos volver, la señorita está preguntando por usted

- Sí! Volvamos...

Melanie caminó unos pasos y luego se detuvo, se giró a medias y regalándole a Andrew una sonrisa triste, le agradeció por su ayuda.

- Muchas gracias... por todo

- No fue nada, Melanie, puedo...?

- Adiós, señor André

El adiós de Melanie sonó lapidario, tanto que el miedo de no volverla a ver se instaló en su corazón y quiso impedirle que se marchara, el hombre al que Melanie llamó Rees abrió la puerta de la suite imperial, que estaba justo frente a la suite de Andrew y Mike y, ninguno de los dos dio crédito a lo que sus ojos veían, la chica estuvo justo frente a sus narices todo el tiempo, mientras ellos la buscaban hasta por debajo de las piedras. Melanie entró a la suite y cuando Andrew quiso ir tras ella, Jason Clark se plantó frente a él cortándole el paso al joven.

Si me dices que me amas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora