Capítulo 137 Un infierno en vida

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La pequeña se acercó a Lindsey y se inclinó en su oído y mirando de un lado a otro, como para confirmar que nadie las podía escuchar le susurró.


- Quiero verme linda, pero no como una niña pequeña

- ...?

- Hoy vendrá un niño... bueno es un adolescente, su nombre es Garrett y él es lindo y yo...

- Te gusta

- ... Mucho, pero es más grande que yo y creo que me ve como una niña

- Bueno, no te apresures, ya crecerás y estoy segura de que cuando lo hagas, serás tan hermosa que ningún chico, incluyendo a Garrett, se resistirá a ti

- ... Jejejeje lo crees?

- No. Estoy segura

- Sabes Lindsey, me gustas

- Tú también me gustas

- Es una pena que te vayas a América, me hubiera gustado conocerte mejor

- A mí también

- Quieres ser mi amiga por correo?

- ...! Por supuesto


Hablaron un poco más y cuando Lindsey se marchó con su padre, su corazón se sentía feliz. Por alguna razón la pureza de alma y la dulzura de la pequeña Ariel, le llegaron al corazón, calentándolo de manera agradable. Bradley notó el cambio de ánimo en su hija y la esperanza de un día verla completamente feliz y plena, brilló con más fuerza en su corazón.


Después de ese día, padre e hija volvieron a Norteamérica y todos continuaron sus vidas. Jake seguía manejando la agencia de él y Decklan, confiando en que él volvería algún día no muy lejano, siempre llamaba a Nova para saber de ella y animarla, pero sobre todo para saber de Keyra, que seguía sin responder a sus llamadas ni a sus correos.


Vinicio también se había marchado a Boston y había conseguido un empleo en una galería de arte muy famosa, pues le encantaba la pintura y había demostrado tener actitud y sobretodo talento para la pintura y estaba estudiando arte. Se había convertido en alguien muy cercano a Keyra y siempre estaban juntos, cosa que Jake sabía y le molestaba sobremanera.


El tipo que lo intentó asesinar, se la pasaba pegado a las faldas de la mujer que le gustaba y que quería conquistar sin que a ella pareciera importarle en lo más mínimo lo que él sentía. Pero no podía hacer nada, su oportunidad con Keyra parecía haber terminado sin siquiera haber empezado.


Por otro lado, el silencio de Sam era algo que los tenía preocupados a todos, el no recibir noticias ni de ella ni de Decklan era algo inusual. Lo que ellos no sabían, es que esa era parte de la condición que Nicolai Volkov le había impuesto a ambos para poder ayudar a los Liang.


Después de que Hally saliera del despacho de su esposo y hablaran sobre este asunto, Noah permaneció en silencio pensando en la conversación que había tenido con Volkov una vez que se deshizo de Jovanna y su gente, hacía ya unos meses.

***


- Bienvenido Nicolai

- Hola Noah, señora Liang

- Hola señor Volkov, sea bienvenido. Gusta tomar algo?

- No mi señora, estoy bien

- Ok. Entonces los dejo solos para que conversen a gusto

- Gracias cielo

- Permisos

- Pase usted

Si me dices que me amas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora