Melanie lo miró con dureza y aunque se moría de terror con la sola presencia del hombre, no lo demostró y cuando éste se aproximó a ella, el cuerpo de Melanie tembló pero Makeyla la rodeó con sus brazos, transmitiéndole el valor que amenazaba con abandonarla y al ver al escolta acercarse a ellas, se mantuvo en su posición. Adam se inclinó con sus manos en los bolsillos hacia el oído derecho de la joven y con una voz tenebrosa, que le erizó la piel a la pequeña, sentenció en susurros para que solo ella lo escuchara.
- Sí no eres mía, no serás de nadie más! Disfruta a Amelia y a tu amante mientras puedas...!Los ojos de ambos se encontraron y Melanie vio un destello de odio en aquellos ojos fríos como los de una serpiente y con una sonrisa que a la pobre niña le congelo el alma, Adam se giró sobre sus talones y se marchó dejando a Melanie clavada en su lugar por unos segundos que parecieron eternos, hasta que sus piernas flaquearon. Makeyla la sostuvo y la llevó casi a rastras a una silla que había cerca de ellas.
- Hija, Mel, estás bien linda? Qué te dijo ese infeliz?
- Qué si no soy de él, no seré de nadie
- ...!
- El va a matarme!
- No cariño, no digas eso, no dejaremos que eso pase, te protegeremos siempre, le pediré a Dereck que asigne más escoltas para ti y Amelia, no dejaremos que ese infeliz se acerque a ustedes
- También dijo que disfrute a Amelia mientras pueda, él va a quitarme a mi hija
Melanie se levantó de golpe mientras las lágrimas caían por sus mejillas, solo pensar en ello la destrozaba, Amelia era todo lo que le quedaba en la vida y si Adam se la quitaba, ella prefería morir. Makeyla miraba a Melanie que tenia el rostro desencajado y la mirada pérdida, las lágrimas caían sin cesar y sus manos se enroscaban una sobre la otra, una y otra vez.
- Cariño cálmate, te prometo que ese hombre no volverá a hacerte daño, ni a Amelia
- No debí dejarlo, no debí irme de la casa con Amelia, no debí abrazar a Jake aquel día que apareció en mi puerta
- Mel...
- Debí quedarme con él aunque me siguiera golpeando, al menos tendría a Amelia a mi lado siempre
- No digas eso hija
- No debí, no debí... él..., él es malo, él no tiene alma, el es un demonio!!
Makeyla abrazó con fuerza a la pequeña tratando de hacer que se calmara, pero parecía que Mel había perdido la razón, la mujer le hablaba y trataba de hacerla reaccionar, pero Melanie estaba más allá del miedo.
- Ne... necesito arre... arreglar las... las cosas con él snf
- Qué estas diciendo Mel?
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Si me dices que me amas
RomanceLa segunda generación de la tribu creció y con ellos llegaron nuevas alegrías , tristezas, amores, desamores y el peligro de un pasado que amenazaba con regresar para destruir su armonía y felicidad, pero sobre todo amenazaba las vidas de sus miembr...