Chloe
Una semana más tarde, estoy sentada con Eli en una cafetería cercana al trabajo. Ha sido él quien ha insistido en almorzar juntos. Ahora, tras escuchar el anuncio que acaba de hacerme, entiendo el motivo.
—¿Vas a dejar Pink Ladies? Pero ¿por qué? —No lo entiendo, ser el jefe de Estilismo en una revista con tanto prestigio es la culminación de la carrera de cualquier estilista que se precie.
Eli se inclina hacia delante sobre la mesa, acercando su rostro al mío en tono confidente.
—No puedes decirle esto a nadie —baja tanto la voz que me veo obligada a inclinarme yo también para oírle mejor—: Margot Taylor quiere que sea su estilista personal.
Suelto una exclamación ahogada y me llevo una mano a la boca, con tan mala suerte que al flexionar el brazo este acaba sobre el sándwich de pollo y se me llena el codo de mayonesa. Me lo limpio rápidamente mientras intento asimilar la información. Margot Taylor es una de las personalidades del momento. Canta, baila, actúa y tiene más seguidores en sus redes sociales que toda la familia Kardashian junta. Su forma de vestir es arriesgada y peculiar, por lo que ser su estilista debe ser todo un reto.
—La verdad es que llevo una semana flotando en una nube. Estoy deseando meter mano en el vestuario de esa mujer. —Se frota las manos y yo sonrío, orgullosa de que Eli haya conseguido algo así.
—Jo, Eli, es una pasada. Me alegro mucho por ti, aunque, voy a echarte de menos. —A nuestro alrededor se hace un silencio cargado de ternura. Quién hubiera dicho al inicio de nuestra relación, cuando él me miraba por encima del hombro y me trataba fatal por ser una novata inexperta, que acabaríamos queriéndonos tanto—. ¿Y quién va a ocupar tu lugar? —caigo de pronto—. ¿Susan? —pregunto, pues es la siguiente en antigüedad.
—Pues de eso quería hablarte. —Vuelve acomodarse sobre la silla y sonríe—. He hablado con Avery Keaton —Avery Keaton es la redactora jefa de la revista— y ambos estamos de acuerdo en que deberías ser tú mi antecesora. Sé que Susan lleva más tiempo que tú en Pink Ladies, y que tiene más experiencia, pero seamos claros; ella no tiene ni tu creatividad ni tu entusiasmo.
Lo miro boquiabierta, con un nudo de emoción instalado en la garganta. Que Eli y Avery apuesten por mí de esta forma es tan increíble que me cuesta creerlo.
—No sé qué decir —confieso a media voz.
—Puedes decir que soy el ser más maravilloso que hay sobre la faz de la Tierra. —Me guiña un ojo sonriente—. Y que me vas a invitar a cenar pronto para celebrarlo.
—Eso dalo por hecho.
—He pensado que deberías encargarte tú del reportaje fotográfico para el próximo número de la revista. No creo que nadie vaya a discutir mi decisión. Tienes liderazgo y talento. Sin embargo, no estaría de más una demostración. Algo distinto, con gancho, algo que ponga en valor todo tu potencial, Cleopatra.
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Entre Leyes y Pálpitos (Libro 3: Saga Vínculos Legales)
RomanceMe llamo Chloe Graham y dejé de creer en los finales felices el día que mi madre murió y tuve que asumir la tutela de mi hermano pequeño, ahora convertido en un adolescente huraño y conflictivo. Tampoco creo en las princesas encantadas. Al menos, yo...