¿Premió o Castigo?

1.3K 36 0
                                    

Estoy tratando de escabullirme por toda la escuela. Tratando de no encontrarme con esos ojos grises que son mi perdición.

Lo pensé todo el fin de semana y aunque una parte de mi diga; un rotundo NO, otra pequeña pero muy pequeña parte de mi dice; SI.

Pero como siempre la mayoría gana.

Mi mirada se abre cuando veo a una persona analizando el lugar como si estuviera buscando a alguien, y solo espero que ese alguien no me este buscando a mí.

Cuando sus ojos grises se topan con los míos, no tengo el valor suficiente para aguantarle la mirada así que mejor salgo corriendo hacia los baños de mujer.

Entró al baño viendo que no hay nadie adentro y de inmediato siento que algo en mi se tranquiliza. Quito toda la posibilidad de que el profesor me este buscando.

Creó que con estarlo evitando es más que suficiente para que se dé una idea de que no firmaré su maldito contrato.

-— Te vez muy linda hoy. -— Dice alguien a mis espaldas.

Doy un brinco y me giró para ver quién es.

-— Te vez pálida. — Su mirada me analiza.

-— Este es el baño de mujeres. -— doy un paso atrás cuando se acerca.

Levanta una ceja con notoria diversión. Eso es lo que él quiere ponerme nerviosa y por un estúpido motivo siempre lo logra.

-— Pero si eso ya lo sé. -— Sonríe con diversión.

Tragó saliva pesadamente. Intento pasar por su lado para salir lo más antes posible.

Entre más lejos mejor, por que cuando lo tengo cerca todo de él me invita a pecar.

¿Cómo fué que me metí en este maldito lío? Ah ya, andaba hormonal.

-— ¿Tienes prisa? -— me sujeta antes de que llegue a la puerta.

-— Si, y mucha. -— alzó mi cabeza para ver sus ojos.

—- ¿Lo pensaste? -— me pierdo en su mirar.

Este hombre con tan solo una mirada te dejaría embarazada.

—- ¿Pensar qué? -— me hago la que sufro demencia.

-— Sabes de que hablo -— gruñe cerca de mi boca.

-— ¿Qué? — lo miro retando lo —- ¿qué solo quiere placer para usted?, ¿Qué me exige placer?

-— El placer no se exige se comparte.
—- me besó.

No un beso suave de esos que te da un novio enamorado. No. Un beso de esos que te da un amante desesperado.

Siento como juega con mi lengua a la vez que muerde mi labio inferior.

Me intento separar de él. Es pecado. Él es el verdadero pecado.

—- Será divertido Nonne —- dice con voz ronca una vez que nos separamos.

¿Divertido? ¿Jugar con fuego es ser divertido? ¿A caso este hombre no mide el peligro?

Una pequeña voz dentro de mi me susurra que él es el peligro, uno mortal y tentador.

Mis sentidos se desconectan, mi mente vuela, y es que nunca me he sentido bien siempre tengo que hacer lo que otros me pidan sin recibir nada a cambio, pero esta vez es diferente por que ambos tendremos lo que ambos sabemos que queremos. Placer, diversión, pecado, y todo lo que no venga en la biblia.

- Si... —de mi boca sale las palabras de las cuales se que me arrepentiré.

Y es que cuando uno hace trato con el diablo ya no hay marcha atrás.

—- Firma -— su voz es ronca.

Me siento vunerable, pequeña y frágil.
¿Por qué? No lo sé, pero él me hace sentir así.

Me saparo y bajo su atenta mirada saco mi pluma. Abro el folder y firmó. Cerrando el pacto.

Sonríe pero no una sonrisa dulce, no, Sonríe con una sonrisa perversa, como si lo que me esperara fuera el mismo infierno.

Se acerca a mí para susurrar me:

-— Bienvenida a mí mundo Nonne.
— se estira y agarra la hoja firmada.

Cierro los ojos esperando que me dé un beso, uno apasionado como el de hace un momento, pero eso no llega.

Simplemente se aleja. Abro los ojos un poco desilucionada.

—- Siempre será cuando yo quiera. -— asiento. -— palabras.

-— Si —- digo firme. —- señor. -— digo cuando su mirada me dice que me falta algo.

-— Así me gusta. — Sonrió -— Mañana te quiero en la tarde en mi casa.

Mi sonrisa se borra. ¿Qué mierda?.

— Pero... -— dejó de hablar cuando veo su cara.

—  No hay "peros" para ti no existe el "no" — hay Dios.

Su voz firme hace que tiemble pero se que esa misma voz me hará llegar al cielo.

—- Está bien, señor -— sale del baño sin decir una palabra más.

En mi cabeza hay mil dudas y preguntas que él no responderá. Además, ¿dónde queda su casa?.

Y por arte de magia como si leyera mis pensamientos un mensaje me llega.

Número desconocido

Esta es mi dirección, arréglate lindo.

No hace falta para saber quién es. Me tiento a dejarlo en visto pero no lo hago y contestó con un " Si, señor".

¿Qué ropa me pondré? Si toda la que tengo es para ir a la iglesia. No bromeó parece que vendo biblias.

¿Cómo me veré linda para él, si ni siquiera yo me siento linda para mí misma?

Suspiro ¿Qué hize? Es verdad que todo esto me tienta, la posibilidad que sea dominada por él hace que me mojé, sin embargo el miedo que siento no es muy placentero.

El miedo solo hace que te caracolas el cerebro...

Estos no fueron los modales que me enseñaron mis padres.

¿Qué pensaran de mi si se enteran? Nada lindo eso lo tengo muy claro.

Suena la campana y salgo a la clase que me toca pero todo el camino y el resto de las clases no puedo parar de imaginarme qué tal vez mañana ya no sea una tonta vírgen.

Eso y como pediré permiso a mis padres, pero en fin, vida sólo una.

Además siendo honesta la idea no me desagrada del todo, por que estoy segura que cualquiera desearía ser la puta del profesor Ethan O'connor.

¿Premió o Castigo?

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

😏😏

La santa del profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora