Examen

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Intento mantener mi cabeza en el estudio la universidad A es una de las más exigentes más por la carrera que tomaré; abogada.

Cierto los ojos rogando a todos los Dioses del cielo que me quiten las náuseas.

¿Desde cuándo me he sentido mal?

Desde hace un mes.

Sigo con la cabeza y los ojos pegados el cuaderno con todas las notas que me tengo que memorizar el examen es mañana en la mañana pero no eh podido dormir nada.

Mis pensamientos me mantienen alerta, la tormenta de mi cabeza no cesa.

¿Cómo es posible que las cosas cambien de un día para otro?

Todo a pasado tan rápido que simplemente me siento como si no pudiera hacer nada solo observar como mi mundo cae a pedazos gracias al huracán.

Ahora entiendo porque los huracanes tienen nombres de personas.

Mi huracán, mi tormenta, mi caos que no puedo contener que verdaderamente no se si es mío. Ethan

Ethan. No me das paz pero no me dejas en paz.

Todo cambio era mi profesor, me convirtió en su sumisa, no obstante de eso me enamoro de él pero solo me entero que es sobrino de un narcotraficante se rompe mi corazón si eso fuera posible, ah olvidaba mencionar que su nombre no Ethan si no Aziel.

¿Cuántos enredos no?

Cierro la libreta y me dirijo a la cama no quiero sobre pensar más las cosas.

Simplemente eso es demasiado para mi.

Dejó que el sueño me ataque pues mis párpados ya no resisten.

Corro por el bosque no me importa que mis piernas se lastimen algo me persigue y no sé a ciencia cierta que es.

Pero le tengo miedo mucho miedo.

No miro al frente, constantemente miro hacia atrás esto hace que tropieze de cara al piso.

Intento levantarme pero al momento ya no es sólo tierra si no que es lodo. El lodo me llega a las cintura y cada vez que peleó más me hundo.

Me siento observada, de los árboles salen hombres y mujeres desnudos. La mayoría tienen cuchillos en las manos.

Tienen... ¿Sexo?, ¿Están teniendo enfrente mío?

Se dan placer pero al momento muchos se apuñalan quiero salir de aquí pero ya el lodo me llega al cuello. Me rindo. Luchar cansa y yo ya me eh quedado sin fuerzas.

El lodo tapa mis ojos. Cuando menos me lo espero estoy nadando en un mar rojo.

Me estoy ahogando y a la ola le pedí socorro.

Un bebé llora. ¿Dónde estas bebé?

Llora e intento mirar pero no puedo el agua daña mi campo de visión.

El bebé, mi bebé, es mío...

Estoy embarazada — me levanto de golpe tras ese sueño.

Mi alarma suena por todo el cuarto con pesadez la apagó.

El sabor agrio ronda por mi boca. ¿Yo embarazada?

Una fuerte harcada hace que salga corriendo al baño.

Vómito lo poco que cene anoche.

— No puede ser — tengo unas inmensas ganas de llorar.

La santa del profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora